Durante los primeros meses de 2014, hemos escuchado o leído declaraciones de diversos funcionarios públicos que nos refieren la mejora de las condiciones de seguridad y de los índices delictivos en el país. Ante ello, cabe preguntarnos y hacer memoria sobre lo que ha acontecido en esta materia. En febrero de 2014, día tras día tuvimos conocimiento de los hallazgos de múltiples fosas clandestinas con decenas de restos en Coahuila, Guerrero, Jalisco, Morelos y Michoacán; de los enfrentamientos ocurridos en las cercanías de Chilpancingo; del homicidio de Omar Fabián Reyes, ex corresponsal del diario El Tiempo de Oaxaca; de los avances de las autodefensas en Michoacán así como de la incertidumbre y miedo predominante en la región pese a la implementación del operativo federal; la captura de Joaquín Guzmán Loera alias “El Chapo”, entre otros hechos en materia de seguridad.
No podemos decir que este tipo de notas informativas son publicaciones aisladas u ocasionales, ya que durante los últimos años hemos sido testigos o víctimas de eventos que vulneran nuestra seguridad ciudadana. Sin embargo, consideramos que no es suficiente quedarnos solo con este importante trabajo que desarrollan los medios de comunicación sino que creemos que es necesario contar con un instrumento que nos permita monitorear objetivamente la criminalidad. Por esta razón, el ONC ha elaborado periódicamente estudios sobre delitos de alto impacto a partir de las estadísticas disponibles en el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad (SESNSP), con la finalidad de generar una radiografía con datos oficiales que nos permita identificar tanto las áreas de oportunidad identificadas como los casos exitosos.
El alcance del Reporte sobre delitos de alto impacto. Febrero 2014 consiste en brindar una interpretación descriptiva del comportamiento de los delitos de alto impacto, mediante un análisis espacio-temporal de su denuncia. Por lo tanto, este texto exclusivamente se limita a señalar la tendencia nacional de cada ilícito desde 2006, ofrecer la tasa de variación entre enero y febrero de 2014. A partir de este reporte incorporamos una nueva perspectiva analítica mediante la comparación de los promedios diarios de cada uno de los meses que comprende el primer bimestre del año, con la finalidad de que no sea invisible la afectación cotidiana de la que somos víctimas ya sea por la consumación de un delito o por el simple miedo. Además presentamos las entidades federativas que en promedio han contado con las mayores y menores cantidades de delitos de alto impacto, en términos absolutos y de las tasas de delitos por cada 100 mil habitantes.
El contenido de este documento está estructurado en ocho apartados en los cuales se abordan los delitos de alto impacto, a partir de los valores absolutos y relativos registrados durante 2013 y febrero de 2014 tanto en el país como en cada una de las entidades federativas. En el primero de los capítulos de este reporte se analiza el homicidio doloso; en el segundo, el homicidio culposo; en el tercero, el secuestro; en el cuarto, la extorsión; en el quinto, el robo con violencia; en el sexto, el robo de vehículo (con y sin violencia); en el séptimo, el robo a casa habitación (con y sin violencia); y, por último, el robo a negocio (con y sin violencia).
En las secciones correspondientes a los homicidios (doloso y culposo), secuestros y extorsiones hemos incorporado un análisis sobre las estadísticas de víctimas que están disponibles en el SESNSP como resultado del acuerdo 05-XXXV-13 del Consejo Nacional de Seguridad Pública (CNSP), adoptado el 20 de diciembre de 2013 por sus integrantes. Contar con estos datos es de suma importancia puesto que nos permitirá dimensionar y conocer más a detalle la victimización por estos delitos de alto impacto, de manera asociada a la labor de los agentes del ministerio público de cada entidad federativa. Debemos mencionar que esta información, dada la coyuntura nacional de seguridad, es fundamental para avanzar en la generación de diagnósticos más completos, objetivos y fundamentados sobre los procesos de violencia y delincuencia que se han gestado a lo largo del país.