El Instituto de Acceso a la Información Pública de Oaxaca tendrá su prueba de fuego o mejor dicho, pondrá a luz de todos si existe o no, lealtad política de facto con el congreso del Estado. Un congreso que sin contar con una ley que reglamentara, clarificara y robusteciera un proceso de selección de comisionados transparente y abierto a la participación ciudadana; designó a los actuales comisionados con el mismo proceso que había designado, la legislatura anterior a los anteriores comisionados. No cambió nada el procedimiento.

Hoy está en sus manos el recurso de revisión # 1060 interpuesto contra el congreso oaxaqueño por poner candados al proceso deliberativo que dio origen al dictamen de la Ley de Transparencia y Acceso a la Información Pública, mismo que fue vetado por el Gobernador Gabino Cué. El Diputado Gerardo Henestroza del Partido Acción Nacional y presidente de la comisión de administración de justicia, respondió así:

“… Es decir, que la información solicitada por el C. Alejandro Cruz Pimentel no se encuentra clasificada como información pública de conformidad con el artículo 9 y 14 de la Ley de Transparencia y Acceso a la Información Pública para el Estado de Oaxaca…”

Narro los hechos, mediante solicitud de información número 19582 se solicitó la información relativa al proceso deliberativo de la iniciativa que dio vida al decreto de la nueva ley de transparencia y acceso a la información pública; proceso que suponía realizaron cada una o, en su conjunto, las distintas comisiones del congreso oaxaqueño. Deliberaciones que queríamos conocer sobre la confección para armonizar la Constitución General y la Ley General. Recordemos que el titular del Poder Ejecutivo vetó la promulgación de este decreto y lo regreso al Congreso para su revisión correspondiente. Además que dicho proceso se llevo en la soledad del congreso, no se abrió a la participación ciudadana.

En ese sentido era exigible conocer el proceso deliberativo llevado a cabo por los asesores de los diputados. La respuesta otorgada, nos manda un mensaje, las deliberaciones que lleven a cabo nuestros legisladores es un asunto privado que no compete a los ciudadanos preguntones. Sin duda una mala señal, confirma la opacidad del quehacer legislativo al interior de las comisiones.

Lamentable también lo es, el comportamiento de los tres servidores públicos que se atreven a convalidar la respuesta del diputado. No logran superar su lealtad partidista que los hace creer que le pueden dar la vuelta a todo. Primero está la protección del legislador y después el ciudadano. Envestidos como unidad de enlace, poco o nada ayudan a mejorar la calidad de la respuesta, poco o nada hacen por consolidar la apertura de la información del poder legislativo, una constante queja ciudadana. Su comportamiento se asimila a una oficialía de partes, donde turnan oficios y entregan respuestas. La fragilidad institucional de las unidades de enlace se ha tocado reiteradamente. Este es un ejemplo claro, a pesar que cuentan con estudios en derecho los tres personajes, les gana su lealtad a quién le deben el puesto.

Por otra parte, nos parece imposible que entre el selecto grupo de asesores de la comisión, no haya quién revise o consense las respuestas textuales a los ciudadanos. No haya quién manifieste que la información establecida en los artículos 9 y 14 de la Ley Estatal de Transparencia aún vigente, no necesita que medie una solicitud, se considera de oficio. No haya alguien que le explique al presidente que existe un derecho humano llamado acceso a la información pública. Los asesores siguen siendo la tuerca floja del congreso.

El recurso de revisión por vulnerar este derecho de acceso a la información que permita conocer el quehacer de los y las legisladoras, ya está corriendo para que el órgano gante de este derecho se pronuncie a favor de los y las ciudadanos y no de quienes los ungieron como comisionados. Esta es una prueba de fuego para el nuevo Instituto de Transparencia y Acceso a la Información Pública, estaremos atentos al revés que le propinarán al Poder legislativo. Veremos cómo los amigos Francisco, Juan y Abraham sacan la casta y se sacuden de las presiones del legislativo, Oaxaca se los agradecerá. ¡Vamos Comisionados!

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