En ese contexto, el ente consideró que ya se puede hablar de resultados tangibles, sobre todo en sectores clave como petróleo y gas y compras y áreas de gestión financiera pública.
La Unión se hizo eco, en un comunicado emitido, de las declaraciones que en ese sentido emitió el economista ruandés Donald Kaberuka, quien apuntó que la batalla contra esas malas prácticas fue lenta y ardua durante la última década, pero ahora hay esfuerzos cada vez mayores por reducir el vicio.
Kaberuka, ex presidente del Banco de Desarrollo Africano, señaló que abordar la corrupción de manera estratégica y sostenible es vital y es una prioridad urgente para el desarrollo regional.
Según la Fundación Mo Ibrahim, la corrupción le cuesta a África más de 148 mil millones de dólares al año, lo que equivale al 50 por ciento de los ingresos fiscales y al 25 por ciento de su PIB.