Las acciones de combate a la corrupción y mejora de la gestión en materia de transparencia y rendición de cuentas pueden llevarse hasta el ámbito más básico de interacción entre los ciudadanos y los funcionarios públicos. Estas acciones tienden a empoderar al ciudadano a través de la identificación de espacios que generan contacto directo con la autoridad y que pueden llegar a generar discrecionalidad y posibles actos de corrupción. Una vez identificados estos espacios se puedan diseñar herramientas que contribuyan a prevenirlos y de esta manera disminuir la oportunidad de que se de la corrupción. El diseño de este tipo de plataformas y espacios virtuales es de utilidad para mejorar la gestión de las agencias gubernamentales y puede integrarse también a la labor del diseño de herramientas de transparencia proactiva. De esta manera podría avanzarse de manera integral en una mejor garantía de transparencia y de combate a la corrupción.

Es importante tener en cuenta que estos espacios grises u opacos de la administración pública no sólo son usados por los funcionarios públicos, sino también por los ciudadanos que, por medio de diversas formas de presión, tienen la posibilidad de intentar influir en la toma de decisiones públicas en su beneficio. La identificación de los puntos de contacto al interior de las administraciones puede ayudar a elaborar un mapa de aquellas acciones del quehacer gubernamental, trámites y decisiones en las que los ciudadanos tienen contacto con los funcionarios. Así, se pueden tener claros esos momentos e impulsar “pequeñas” o muy simples acciones que contribuyan a un mejor control de la corrupción por mínimo que sea.

Dada la relevancia de este tema, para utilizar las nuevas tecnologías en beneficio de una mejor gestión administrativa, es de celebrarse que se realicen iniciativas como la de Ethos Laboratorio de Políticas Públicas, que junto con Hackers & Founders realizaron el “Hackathon Ethos Anticorrupción”. El objetivo principal de esta iniciativa era desarrollar una serie de aplicaciones para prevenir, identificar y reportar casos de corrupción. Se presentaron 88 propuestas en diversas temáticas. Todas con la premisa de empoderar al ciudadano a través de herramientas de seguimiento y apertura de las acciones del gobierno.

De estas iniciativas pueden surgir muchas estrategias que contribuyan a que se consoliden acciones en favor de una política integral de rendición de cuentas, transparencia y combate a la corrupción. En medio de un entorno por demás complicado para lograr avances en los nuevos Sistemas Nacionales de Fiscalización, Transparencia y Anticorrupción, estas propuestas pueden ayudar a seguir dando un rol estratégico al ciudadano, como el actor central y al que deben responder todas las instituciones públicas en el País.

 

Liliana Veloz Márquez

Directora Ejecutiva de la RRC