Sanjuana Martínez es una mujer mentirosa. En un artículo publicado el lunes en La Jornada afirma que, a finales de 2019, la busqué para decirle que el abogado laboralista Arturo Alcalde quería verle.

Afirma que se sorprendió por mi intervención. Más bien soy yo el sorprendido. La realidad es muy distinta. Conozco a Martínez desde hace años porque coincidimos en actividades periodísticas. No fuimos amigos, pero nuestra relación tuvo asideros de confianza.

Fue ella quien me buscó a mediados de 2019 para contarme de la crisis que estaba enfrentando con el sindicato de Notimex. Me narró la corrupción impuesta sobre esa agencia por Conrado García Velasco, líder de los trabajadores, y también la decisión que había emprendido de correr a 106 empleados, es decir, a 50% del personal.

Por otra fuente tuve también noticia de que Martínez había rescindido el contrato laboral de la nueva líder del sindicato de Notimex, Adriana Urrea, un día después de que fue electa por sus pares.

Tuve la impresión de que Martínez estaba gestionando con torpeza la relación con el personal de Notimex y por ello le sugerí que consultara con un buen abogado laboralista.

Conozco a Arturo Alcalde desde 1988 y aprecio mucho su amistad. Lo considero un hombre de convicciones políticas firmes, que ha puesto su carrera al servicio del mundo del trabajo. Es uno de los abogados más brillantes de su generación y es uno de los artífices de las reformas laborales de vanguardia que se han realizado en México.

Por esta razón y ninguna otra le sugería a Sanjuana Martínez que se reuniera con él. Ella me agradeció la posibilidad y por ello me atreví a llamarlo para que conversara con la errática directora de Notimex.

Fue por nuestra amistad que Arturo accedió a celebrar aquel encuentro. Alcalde me contaría más tarde que la escuchó con atención concluyendo que esa funcionaria no tenía capacidad para resolver un conflicto laboral del cual ella era la responsable principal.

Desde entonces Martínez ha utilizado aquella reunión para inventar una conspiración gangsteril en su contra que, según el mismo texto de La Jornada, ahora involucra inclusive a Claudia Sheinbaum

Zoom: Lo único verdadero es que la ex periodista no encuentra cómo librarse del juicio de la historia que le asignará la responsabilidad de haber hundido para siempre a la agencia mexicana de noticias.

Fuente: Milenio