Prevención, órganos internos de control, transparencia proactiva y participación ciudadana son cuatro retos fundamentales para la rendición de cuentas y el combate a la corrupción de los municipios.

Los gobiernos municipales son los más cercanos a la población: atienden sus necesidades más básicas del día a día a través de la prestación de servicios públicos y la realización de diversos trámites que inciden de manera directa en su calidad de vida. En este contexto la rendición de cuentas debe ser proporcional a esta proximidad garantizando el correcto uso de los recursos públicos, la prevención y detección de la corrupción, y la sanción a aquellas personas que osen de abusar de lo público para beneficios privados.

En los últimos años hemos visto el surgimiento de distintas leyes y reformas que fortalecen la rendición de cuentas y el combate a la corrupción en México, pero los municipios aún tienen retos, oportunidades y desafíos en estas materias. Hace apenas unos días se celebró en el municipio de San Pedro Tlaquepaque, Jalisco, el VII Congreso Nacional de Transparencia y Rendición de Cuentas Municipales organizado por el Instituto de Investigación de Rendición de Cuentas y Combate a la Corrupción de la Universidad de Guadalajara, la Red por la Rendición de Cuentas, el Gobierno Municipal de Tlaquepaque, el Colegio de Jalisco y la Universidad Autónoma de Coahuila, en el que se dieron cita personas especialistas, académicas, funcionarias públicas, integrantes de comités de participación ciudadana y social de sistemas anticorrupción y de otras organizaciones de la sociedad civil para hablar justamente del papel actual del municipio en estas materias. Aunque fueron muchas la reflexiones y aportaciones quisiera retomar sólo cuatro.

1) El fortalecimiento de los órganos internos de control (OIC) municipales es la clave

Por disposición legal, en cada municipio debe existir un OIC integrado debidamente con autoridades/áreas que le permitan vigilar los recursos públicos, así como investigar, sustanciar y sancionar a aquellas servidoras y servidores públicos que actúen fuera de la ley. Aunque en el país un gran porcentaje de municipios tiene OIC, otro más, no. El primer paso en estos casos es darle vida. Donde ya existen hay otros retos, por ejemplo, que su estructura esté conformada, pues no basta con tener un contralor, se requiere de la estructura mínima para investigar, sancionar, y vigilar. Es decir, al menos dos autoridades más distintas al titular, porque la Ley General de Responsabilidades Administrativas prohíbe en el sistema de responsabilidades que la persona que investiga, sustancia y sancione sean la misma. En los casos donde ya hay estructura se requiere profesionalización y servicio civil de carrera para garantizar mayor eficiencia y eficacia en las tareas de rendición de cuentas.

2) Prevenir es un gran parte de la solución

Se deben fortalecer los sistemas de control interno y de administración de riesgos en los municipios, el esfuerzo debe estar basado en las causas más que en los efectos de la corrupción. Por tanto, la prevención debe estar enfocada a mantener la integridad del gobierno municipal.

3) La participación ciudadana (PC) es fundamental

Las y los ciudadanos son pieza elemental en los municipios para la rendición de cuentas y combate a la corrupción, por tanto se les debe incluir de manera activa y no pasiva en las tareas de vigilancia y promover en ellos la utilización de mecanismos de denuncia. Aquí me referiré entre muchos aspectos solo a dos donde podemos ver la mano de la PC. La primera es la creación e instalación de los sistemas municipales anticorrupción, donde la ciudadanía se articula con dependencias como el OIC y la UT para prevenir y detectar la corrupción. El otro aspecto tiene que ver con la alianza estratégica del gobierno municipal con las asociones y organizaciones vecinales para promover el uso de las plataformas de transparencia y los mecanismos de denuncia, de tal forma que éstos se involucren de manera directa como supervisores del actuar público y activen el botón del inicio de las investigaciones administrativas cuando sean afectados por actos de corrupción o faltas administrativas de servidores públicos; así se amplían los ojos de los responsables municipales. Esto debe estar acompañado por mecanismos de protección de denunciantes.

4) Transparencia proactiva más que oficiosa

Los gobiernos municipales deben publicar información útil y relevante para la población que transparente por completo la función pública aún y cuando no se la obligatoria establecida en los catálogos de información oficiosa / fundamental en la leyes de transparencia.

Aunque rendir cuentas y combatir la corrupción son obligaciones de los municipios, es cierto también que hacerlo eficazmente le trae beneficios, primero porque tiene un impacto positivo para su población en la calidad de vida y ejercicio de derechos, y segundo, porque es en este orden de gobierno donde se percibe con mayor nitidez las acciones y resultados generando un vínculo más estrecho de confianza y apertura.

Fuente: Animal Político