Como parte de la segunda entrega de informes individuales sobre la revisión de la Cuenta Pública 2018, la Auditoría Superior de la Federación (ASF) publicó en su página web el estudio número 1565-GB, denominado “Evaluación del Control Interno y Gobernanza al Programa de Gobierno Cercano y Moderno 2013-2018”.[1]

Dicho programa estuvo vigente durante el Gobierno Federal anterior y se insertó como parte de la política de modernización del Estado Mexicano, en cuya experiencia, desde la década de 1970, se han realizados esfuerzos por incorporar modelos internacionales como la Nueva Gestión Pública (NGP) y de Gobernanza, a fin de eficientar los resultados gubernamentales.

En el caso del Programa de Gobierno Cercano y Moderno 2013-2018,[2] fue pensado como una herramienta que coadyuvaría a lograr cinco objetivos muy precisos para la Administración Pública Federal:

  1. Mejorar la gestión pública gubernamental.
  2. Fortalecer el presupuesto basado en resultados, incluyendo el gasto federalizado.
  3. Establecer una Estrategia Digital Nacional que acelere la inserción de México en la Sociedad de la Información y del Conocimiento.
  4. Impulsar un gobierno abierto que fomente la rendición de cuentas.
  5. Optimizar el uso de los recursos.

En un nivel más específico, el referido programa se presentó como un instrumento que por medio de estrategias de aplicación general en toda la Administración Pública Federal, identificaría y coadyuvaría en atender las deficiencias en la gestión pública. Además, establecería criterios y lineamientos para llevar a cabo acciones de coordinación intergubernamental; fijaría compromisos y metas, y aplicaría mecanismos de seguimiento y vigilancia de los resultados mediante indicadores de desempeño institucional.

En ese sentido, es comprensible la importancia del programa con la finalidad de potencializar la acción eficaz del gobierno federal, evitando dilaciones y/o desviaciones de las políticas públicas, con el objeto de brindar resultados de mayor calidad, prontitud y cercanía a la sociedad.

Sin embargo, los resultados del estudio efectuado por la Auditoría Superior de la Federación para evaluar el control interno y la gobernanza establecida en la planeación, el diseño, la coordinación e implementación y el seguimiento del Programa para un Gobierno Cercano y Moderno (PGCM) 2013-2018, además de verificar el cumplimiento de los objetivos y metas establecidas para mejorar la gestión pública no son alentadores, ya que muestran, entre otras cuestiones, lo siguiente:

  1. Diagnóstico del programa: Desde la etapa de diagnóstico se detectó la carencia de controles que permitiera definir a los responsables de ejecutar cada etapa del programa y asesorar a las entidades y dependencias de la Administración Pública Federal en la elaboración de sus diagnósticos individuales y, aun cuando se emitió una Guía Técnica como apoyo a las dependencias y entidades, no existió coordinación entre la Secretaría de la Función Pública (SFP) y la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) para asesorarlas en materia de uso eficiente y transparente de los recursos públicos.
  • Diseño del programa: Por lo que se refiere al diseño del programa, se identificaron deficiencias en los procedimientos y los criterios necesarios para dar seguimiento y evaluar el desempeño institucional, así como la falta de instrumentos de medición de los avances en el cumplimiento de los objetivos del Programa, y de los recursos financieros, materiales y humanos necesarios para su implementación, ejecución, seguimiento y evaluación. Todo esto, aunado a que los criterios y las metas no estaban alineadas con las necesidades de las entidades y dependencias, ocasionó una falta de compromiso y obligatoriedad por parte de las dependencias.
  • Coordinación del programa: Para la implementación de la política pública, se identificó que la SHCP y la SFP emitieron normativa y lineamientos para la firma de las bases de colaboración, sin embargo, carecieron de elementos de control y de la coordinación requerida para asegurar el cumplimiento de sus funciones, así como para recabar la información de los avances y resultados del programa. Se constató que, para 8 líneas de acción del programa, las dependencias no adoptaron compromisos en las bases de colaboración, ni se tuvo evidencia en las unidades normativas de cómo fueron atendidos, lo cual impactó en el cumplimiento de objetivos y metas.
  • Seguimiento del programa: Para medir los resultados y avances del programa, se elaboraron informes trimestrales que incluyeron las acciones llevadas a cabo para dar cumplimiento a los compromisos pactados y mostrar sus avances, sin embargo, se tuvieron compromisos que no presentaron avances en el período de reporte, sin explicar las causas por las cuales no se realizaron acciones preventivas para su cumplimiento, ni el establecimiento de medidas correctivas para evitar la recurrencia de la omisión.

La SHCP y la SFP carecieron de una estrategia eficaz para el seguimiento de la información presentada por las dependencias, y recabada de forma sistematizada por la SHCP, de manera clara y analítica, para que pudiera ser utilizada en la toma de decisiones, lo que limitó conocer el cumplimiento de sus objetivos en materia de optimización en el uso de los recursos públicos, el empleo de nuevas tecnologías de información, transparencia y rendición de cuentas.

  • Evaluación del programa: La SHCP careció de procedimientos para llevar a cabo una evaluación integral del programa, por lo que se desconocieron los logros en cuanto al cumplimiento de objetivos y efectos en la modernización administrativa y atención de la problemática de la Administración Pública Federal, en cuanto a la ineficiencia, ineficacia y falta de transparencia de la acción gubernamental.

Los hallazgos demuestran que se careció de los instrumentos y metodologías para una evaluación integral de la gestión y el desempeño gubernamental, así como de estudios y difusión de la información del desempeño, el ejercicio del gasto y el acceso a la información sobre sus resultados, por lo que se desconoció si el programa cumplió con su objetivo general y su aportación al cumplimiento de los del Plan Nacional de Desarrollo 2013-2018.

Los resultados de la auditoría practicada al Programa para un Gobierno Cercano y Moderno (PGCM) 2013-2018 muestran deficiencias técnicas y problemáticas fundamentales en cada fase o etapa de su implementación, desarrollo y evaluación.

Particularmente se evidencia la falta de compromiso de las instituciones de la Administración Pública Federal, participantes en dicho programa, para garantizar que efectivamente contribuyera al logro de los 5 objetivos que hemos descrito con antelación y, al hacerlo, coadyuvara a contar con un gobierno más eficaz, ágil, atento a los requerimientos ciudadanos y con resultados medibles y mejorables.

Ahora, frente a los resultados obtenidos y plenamente identificados por la Auditoría Superior de la Federación, podemos advertir dos cuestiones:

  1. La primera, consistente en que las evaluaciones de la Auditoría Superior de la Federación tienen una gran relevancia para medir el éxito de las políticas gubernamentales y que, a pesar de que en ocasiones, en el ámbito de la administración pública no se les brinda el reconocimiento que merecen, sí deberían ser tomados en cuenta para no cometer las mismas incidencias al momento de diseñar, ejecutar y medir los alcances de la política pública de mejora gubernamental.
  • La segunda, radica en el hecho de que hoy en día se encuentra vigente el Programa Nacional de Combate a la Corrupción y a la Impunidad, y de Mejora de la Gestión Pública, alineado el Plan Nacional de Desarrollo 2019-2024, el cual, tiene entre sus propósitos, precisamente, promover la eficiencia y eficacia de la gestión pública, así como la profesionalización y la gestión eficiente de los recursos humanos de la Administración Pública Federal.[3]

Por ello, según nos parece, se requiere la actuación comprometida y decidida de cada una de las instituciones públicas que participan en las etapas de desarrollo de dicho Programa, a fin de garantizar la eficacia del mismo.

De igual manera, el papel que desempeña la Auditoría Superior de la Federación, será vital para velar por el correcto funcionamiento de la nueva política pública en esta materia, sobre todo, tomando en consideración las recomendaciones que ya ha emitido con anterioridad.

Por último, desde nuestro particular punto de vista, la participación ciudadana es y será siempre importante para conocer la forma en que operan los programas de gobierno, así como para demandar su consolidación o denunciar el desapego de los mismos a los propósitos y fines para los que fueron creados, en favor de la propia sociedad.


[1] Dicho estudio puede consultarse en la página de la Auditoría superior de la Federación: https://www.asf.gob.mx/Section/58_Informes_de_auditoria

[2] Cfr. Programa de Gobierno Cercano y Moderno 2013-2018, http://www.dof.gob.mx/nota_detalle.php?codigo=5312420&fecha=30/08/2013

[3] Cfr. Programa Nacional de Combate a la Corrupción y a la Impunidad, y de Mejora de la Gestión Pública 2019-2024,  https://www.dof.gob.mx/nota_detalle.php?codigo=5570984&fecha=30/08/2019

Por: Miguel Ángel Gutiérrez