Luis Fernando Sánchez Nava
Comisionado Ciudadano INFODF 

La rendición de cuentas logra prevenir y corregir los abusos del poder, pues los funcionarios se abren a la inspección pública, los obliga a explicar y justificar sus actos, además de ser sujetos de sanciones. 

Para lograr el desarrollo democrático de una sociedad se debe pasar por la justificación de los actos de sus autoridades. 

Para prevenir y corregir abusos de poder el servidor público debe abrirse a la inspección, explicar y justificar su quehacer y supeditarse a las sanciones; de esta forma, el concepto incluye la vigilancia, la auditoría, la fiscalización o la penalización con la finalidad de controlar el poder. 

Parte del ejercicio de la democracia representativa es informar y explicar a los ciudadanos las acciones realizadas por el gobierno de manera transparente y clara, para dar a conocer sus estructuras y funcionamiento. 

No se puede dejar de observar que es necesario contar con un sistema normativo que sea efectivo, es decir, que en sí mismo sea integral y contemple alternativas de solución para el caso de hipótesis no determinadas plenamente. 

En el caso del Distrito Federal podemos señalar a la Asamblea Legislativa, la Contaduría Mayor de Hacienda, la Comisión de Derechos Humanos, y a la Contraloría General, entre otros órganos encargados con posibilidades de castigar o sancionar penalmente actos de servidores públicos. 

Por lo tanto, es necesaria la existencia de sanciones para quienes no cumplan la ley, cualquier servidor público debe asumir la responsabilidad de sus decisiones por sus actos, omisiones, obras y resultados. 

A través de la rendición de cuentas los ciudadanos pueden estar informados de las acciones del gobierno y la manera en que se realizan.