Cada primero de año tenemos la extraña ilusión de que todo va a ser diferente, perdón por ser tan “grinch” pero necesito puntualizar que si nosotros no cambiamos, nada va a cambiar tan solo por fechar un año más en el calendario, no hay magias que valgan y los deseos no se van a realizar a menos que luchemos por ellos.

Como país tenemos muchas cosas que necesitamos cambiar, la desigualdad social es una de ellas que necesitamos atender de manera apremiante, no es posible que en estas fechas se contraste un gasto desmedido en celebraciones lujosas y muchos regalos inútiles en comparación con la miseria de enfrentar los terribles fríos sin un techo, comida caliente y una buena cobija. Las dos realidades existen en nuestro México y la necesidad de ver por los menos favorecida debe ser una reflexión contundente en cada uno de nosotros.

Los programas sociales no son un regalo del gobierno, sino una necesidad de comunidad, luchar contra a la pobreza no es una ideología que deba ser de derecha ni izquierda, es una cuestión de humanidad y cualquier gobernante debe tener en su agenda de manera prioritaria lograr que todos los ciudadanos tengan cubiertas sus necesidades básicas.

Utilizar los programas sociales con fines electorales es una canallada, es aprovecharse del dolor para comprar votos y así permanecer en el poder. Tengamos como primer propósito este año tener una sociedad más justa, con oportunidades para todos, que impulse a la gente y le de las herramientas para pasar de ser desamparado a ser productivo, que proteja a los desfavorecidos, que cuide a los niños impulsándolos a desarrollarse plenamente, que reconozca a los ancianos y les brinde una vejez tranquila.

Que sea el segundo propósito involucrarnos en la comunidad, participar activamente en la colonia, en el municipio, acercarnos a las autoridades, cuestionar lo que hacen y aportar nuestros conocimientos. Si entre todos controlamos la corrupción podremos lograr una sociedad más justa. Que tu tercer propósito sea despertar los días pensando cómo ayudar a México. Los propósitos de año nuevo debemos volverlos proyectos, ponerles objetivos generales, objetivos específicos, metas a corto, mediano y largo plazo, entregables y un sistema de evaluación para ver sus avances y cumplimiento. así es como se hace que las cosas sucedan; con orden, trabajo, mucha disciplina y constancia. Deseo que este año hagas tú la diferencia de cambiar las cosas, con tu actitud, con tu compromiso y con las ganas verdaderas de vivir en un lugar mejor para todos.

Fuente: Milenio