El primer ministro de Japón, Shinzo Abe, enfrentó fuertes presiones este lunes junto a su aliado cercano, el ministro de Finanzas, Taro Aso, debido a sospechas de encubrimiento de un escándalo de corrupción que ha asediado al gobierno desde hace más de un año.

De acuerdo con copias de documentos a los que Reuters tuvo acceso, los nombres de Shinzo Abe, el de su esposa, Akie Abe, y el de Taro Aso fueron removidos de registros del Ministerio de Finanzas sobre la venta de un terreno estatal a un operador de escuelas –Moritomo Gakuen- vinculado con la esposa del primer ministro.

Abe, que vive su sexto año como primer ministro en Japón, ha negado que él o su esposa hubieran favorecido al operador del sector educativo Moritomo Gakuen y ha dicho que renunciaría si la evidencia terminara por señalarlo…

Nota completa en: Expansión