En México no existe una política pública de rendición de cuentas exitosa, porque continuamente se dan a conocer escándalos de corrupción como Oceanagrafía, la Casa Blanca o la empresa OHL acusada de supuestas malas prácticas, sin que nada pase, así lo dijo Lourdes Morales, académica del Centro de Investigación y Docencia Económicas (CIDE), durante la presentación del libro Rendición de cuentas Una propuesta de normas, instituciones y participación ciudadana.
“A penas la semana pasada tuvimos un caso de corrupción y eso mina la confianza ciudadana, mina la identidad de los gobiernos y mina también la esperanza de lo que se puede hacer desde la Academia y desde la sociedad civil”, dijo la académica del CIDE.
El libro incluye tres capítulos a cargo de los investigadores del CIDE, Ana Elena Fierro, Alejandro González Arreola, Alejandra Ríos Cazares, Almudena Ocejo, Ernesto Insunza y Juan Estrella y en el que se coincide en que el nuevo Sistema Nacional Anticorrupción del presidente Enrique Peña Nieto va dando buenos pasos hacia la rendición de cuentas, “aunque falta por trabajar un diseño que coordine la cuenta pública con el ciclo del gasto”, agregó la doctora Fierro.
Lourdes Morales, editora del libro y también directora de la Red de Rendición de cuentas del CIDE, habla que la mala calidad educativa, la carencia de servicios públicos eficientes, la desigualdad, la falta de responsabilidad en la toma de decisiones públicas y la falta de un sistema ‘meritocrático’ que garantice que los mejores perfiles ejerzan cargos públicos no son más que una parte de las múltiples manifestaciones de la corrupción.
“La rendición de cuentas no es la única forma de acabar con la corrupción, el problema es tan complejo que se requiere de un entramado institucional adecuado, de un cambio de modelo educativo y de un cambio de cultura política que afecte los comportamientos y reconstruya la confianza ciudadana en las instituciones y el gobierno”.
De acuerdo con la doctora Morales, una política pública de rendición de cuentas es un trabajo a largo plazo que no va a suceder “mañana ni pasado, todavía falta”, es una ruta la cual hay que ir armando poco a poco ante una evidente falta de voluntad política. Incluso, la académica del CIDE aseguró que es indudable que los casos Ayotzinapa, Tlatlaya y la Casa Blanca es una fórmula de corrupción muy deficiente.
En el primer capítulo a cargo de la doctora Fierro se asegura que no existen las prácticas ni las capacidades institucionales necesarias para una efectiva Rendición de cuentas.
En el segundo capítulo Alejandro González y Alejandra Ríos se ocupan de analizar las instituciones de control al ejercicio burocrático, los sistemas de evaluación y los esquemas de información contable que identifican las implicaciones de un sistema que no permite que esas herramientas tengan procesos de retroalimentación positiva para la rendición de cuentas.
Y en el último capítulo se analizan los límites del diseño institucional vigente en el ejercicio y control del poder para proponer un esquema diferente de intervención ciudadana en las decisiones públicas y en la vigilancia del ejercicio del gobierno.
Fuente: Milenio