Al inaugurar los trabajos del foro “Nuevas fronteras en los estudios sobre corrupción”, Manuel Perló Cohen, Director del Instituto de Investigaciones Sociales de la Universidad Nacional Autónoma de México, afirmó que hay un serio contraste en lo que arrojan las investigaciones sobre la corrupción y los hechos que a diario suceden.
A diario vemos historias de corrupción; historias de cínicos y personajes poco honestos surgen cada día; sin embargo y a pesar de las miles de investigaciones y análisis al respecto, pocos resultados e historias de éxito se han visto presentes.
Sin embargo, indicó, se deben redoblar esfuerzos, crear acciones que vayan más allá de la denuncia que permitan crear estrategias de combate a la corrupción.
Advirtió que este trabajo no corresponde solamente a la academia, sino requiere de un esfuerzo conjunto entre instituciones gubernamentales, privadas y buena parte de participación de la sociedad civil.
En México sí es posible hacer un trabajo frontal, preciso contra la corrupción, sólo se necesita una verdadera articulación social y ver qué puede hacer cada quien desde su trinchera, concluyó.
Por otro lado, Irma Eréndira Sandoval, directora del Laboratorio Anticorrupción del Instituto de Investigaciones Sociales advirtió que en México llevamos más de treinta años de fracaso con las políticas anticorrupción, lo que se refleja en la gran desconfianza que tiene la sociedad hacia las instituciones; estudios demuestran que al menos 7 de cada 10 habitantes desconfía en las autoridades.
Los efectos devastadores de la corrupción, dice, es un problema endémico del país; el INEGI reportó que en 2013, las familias mexicanas gastaron más de 30 millones de pesos en sobornos y actos ilícitos, donde en 5 de cada 12 trámites burocráticos, se identificaron prácticas deshonestas.
Al tener uno de los países con los indicadores más altos en los niveles de corrupción -sólo por encima de Honduras, Guatemala y Haití- es preciso que lleguen ideas frescas sobre el combate a la corrupción, es por ello que la realización de encuentros entre especialistas del tema se debe fomentar, con el fin de atacar las raíces de este gran problema nacional, finalizó.
