Las fotografías de los políticos en campaña están tan photoshopeadas que ya ni se parecen a ellos mismos. Qué divertido que se quieran ver guapos, jóvenes, delgados y con una extraña luz en la mirada como si fueran seres iluminados, lo malo es que con tanta modificación en la imagen ya no son ellos.

La verdad, no me preocupan las alteraciones de imagen física que hacen para, según ellos, caer mejor, ser más inspiradores y que por ser bonitos despierten confianza, eso ahí cada quien, lo que me pone a pensar es en las alteraciones de la personalidad, de los planes de gobierno y de la honestidad de cada uno.

¿Será que, así como se borran las arrugas también estén maquillando a través de una imagen de marketing sus arrugados pasados de corrupción?

¿Será que como se afilan la nariz y se reducen el cachete, afilen su discurso para decirnos las palabras que cada uno quiere escuchar y reduzcan la exposición de sus verdaderos planes?

Políticos y políticas, esto no es cosa de género, ni es ataque contra nadie, no me importa si son bonitas o feas, guapos o no tanto, ni lo voy a catalogar yo ni tiene relevancia en estos temas; es solo una referencia para la reflexión. Necesitamos conocer de verdad a los candidatos y candidatas, necesitamos hacer una pequeña indagación de su pasado, revisar que ha hecho en su vida, cuáles han sido sus puestos y el desempeño que ha tenido en ellos, conocer cuánto tienen y de donde viene su patrimonio, pero sobre todo tener bien claro su programa de trabajo.

¿Cuál es el diagnóstico que cada aspirante a puesto de elección popular tiene sobre nuestro País, Estado y Municipio? Es relevante saber si piensa que estamos bien o mal en seguridad, en economía, salud, educación, corrupción. A partir del diagnóstico que traiga podemos saber si coincide con nuestra visión o vamos por caminos distintos. De ahí es importantísimo saber, en su plan de trabajo, ¿Cuáles son sus prioridades, sus líneas de acción? Y algo que poco se menciona en campaña pero que es importante, ¿Quiénes integrarán su equipo de trabajo?

No votemos por el o la más bonito o bonita, ni por el que haga los videos más divertidos ni tenga la mejor canción, es el futuro de México el que estamos decidiendo, vamos a votar por el que tenga una vida más congruente, por el que su diagnóstico se parezca a la realidad que observamos, por quien nos presente un plan de trabajo más estructurado, real, con metas de trabajo posibles.

Que las apariencias no nos hagan olvidar los negros pasados, ni los compromisos que traigan los candidatos que los capturen e impidan que realicen una buena gestión.

En este momento es imprescindible ver más allá de lo evidente.

Fuente: Milenio