Para atacar de frente a la corrupción, México ha descuidado tener un organismo anticorrupción, dar independencia al sistema judicial, aplicar la ley para prevenir los conflictos de intereses en los poderes Judicial y Legislativo, así como la protección a denunciantes de delitos.
De acuerdo con el documento “Perfil de México a través de indicadores clave”, elaborado por la Auditoría Superior de la Federación (ASF) con base en diferentes estudios internacionales, México tiene una calificación de “muy fuerte” para combatir la corrupción mediante votaciones electorales, formación de partidos e integridad electoral.
Sin embargo, destaca que de acuerdo con el Índice de Integridad Pública, México ha descuidado otros elementos como tener un organismo anticorrupción, dar independencia al sistema judicial, aunque en estos dos casos, el Congreso de nuestro país espera aprobar en breve la comisión nacional anticorrupción y dotar de autonomía a la Procuraduría General de la República.
El documento refiere, de acuerdo con el Índice, que México tiene calificaciones de 46.4 y 51.8 -consideradas “muy débiles”- en la aplicación de la ley para prevenir los conflictos de intereses en los poderes Judicial y Legislativo, respectivamente.
Otro factor descuidado en nuestro país es la transparencia en el financiamiento político a los partidos, índice de 59.5, de acuerdo con el documento, y la prevención del conflicto de intereses de funcionarios públicos en la Administración Pública Federal cuenta con 41.5. La práctica del ciudadano para acceder a la información pública gubernamental fue considerada como modesta con una calificación de 75. Con un 58.3, también considerada como una acción muy débil, se encuentra la protección a denunciantes de delitos. Otro elemento que se considera proclive de la corrupción debido a la falta de actuación es la supervisión de los impuestos y derechos con el fin de que se realicen con equidad y capacidad, respectivamente, con una calificación de 64.6, considerada muy débil.
Con un 66.7, considerada una acción débil, se ubica la supervisión a las paraestatales en México, que en nuestro país son Petróleos Mexicanos y la Comisión Federal de Electricidad.
En contraste, hay acciones mejor evaluadas para México. Por ejemplo, la Auditoría Superior de la Federación destaca que de acuerdo con el Índice de Integridad Pública que se realizó en 31 países, México tiene buenas calificaciones en el ejercicio de votación y entidad electoral 87.8 y 83.1, respectivamente.
La entidad superior de fiscalización, que en el caso de México son la ASF y la Secretaría de Función Pública, tiene un índice de calificación de 88.2, y el ombudsman nacional, es decir, la Comisión Nacional de Derechos Humanos con una calificación de 85.4.
Finalmente, con una calificación de 75, considerada moderada, se encuentran las acciones de México para vigilas las licencias del gobierno a empresas, así como su regulación.
Fuente de Nota: El Economista
Fuente de Documento: ASF