Rodríguez Mondragón podría ceder a las presiones o mantenerse en la presidencia como minoría y con el aval de la ministra presidenta, que busca evitar un nuevo escándalo en el Poder Judicial.

La ministra presidenta de la Suprema Corte, Norma Piña intentó sin éxito, frenar una nueva crisis en el Tribunal Electoral. El nuevo bloque mayoritario de la fracturada Sala Superior pidió al magistrado Reyes Rodríguez Mondragón dejar la presidencia, mientras la ministra intervino directamente para abogar por su permanencia y acabar con otro capítulo de riñas internas.

MILENIO confirmó que luego del vacío de tres de las cinco magistraturas al informe anual del magistrado presidente del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, la ministra presidenta de la Suprema Corte de Justicia de la Nación tomó partido de forma directa. Primero, para pedir una explicación sobre la nueva disputa y segundo, para ponerle freno a una nueva crisis en un tribunal caracterizado por sus divisiones.

De acuerdo con información revelada a este diario, ante la autonomía e independencia del Tribunal Electoral, la ministra Norma Piña fracasó en su intento por mediar ante otra rebelión interna en el máximo pleno electoral, citando a las magistraturas de forma presencial o a través de mensajes, lo que, por el contrario, agravó la división.

Pese a la rebelión, los escenarios para el magistrado presidente no le llevan a ninguna necesidad de dimitir de manera inmediata. Con su nombramiento unánime, está en libertad de decidir si cede a las nuevas presiones de los mismos que le pidieron asumir la presidencia, o se mantiene en el cargo en espera del nombramiento de nuevas magistraturas.

Aunque al interior del Tribunal Electoral descartan una destitución directa como sucedió en el 2021 con el entonces magistrado presidente José Luis Vargas, de forma sorpresiva y orquestados en plena sesión pública e incluso, ambos bloques negaban reiteradamente la posibilidad de un cambio de presidencia, las divisiones y acusaciones de las últimas horas podrían terminar con un escenario distinto.

Luego del ambiente que provocó el desaire público pregonado por las propias magistraturas desde redes sociales, quedaron claras las inconformidades de los magistrados Felipe Fuentes, Felipe de la Mata Pizaña y la magistrada Mónica Soto quienes prefirieron desayunar, en lugar de asistir a un evento institucional.

Del otro lado, el magistrado presidente Reyes Rodríguez Mondragón ha dejado claro que desconoce las inconformidades de este bloque y que no va a renunciar a su cargo sin una causa grave, que considera no existe.

Incluso, hasta ha exhibido que la única petición que recibió de estas magistraturas, fue quedarse con las comisiones y direcciones que dejaron vacantes José Luis Vargas e Indalfer Infante. Una de éstas, incluye la comisión de asuntos internacionales que implica viajar constantemente a varios países de todo el mundo, como parte de misiones electorales.

Tras una reunión previa a la sesión pública programada ayer a medio día, ésta tuvo que posponerse y terminó por cancelarse para reprogramarse a este jueves. Fuentes, de la Mata y Soto pidieron a Rodríguez Mondragón dejar la presidencia. El ultimátum para decidir, sería antes de la sesión pública de este jueves, confirmaron las fuentes

Sin embargo, a pesar de las acusaciones de diversas ponencias que habrían llegado a denuncias formales por acoso y extorsión, Rodríguez Mondragón puede optar por quedarse en el cargo que ese mismo bloque le pidió asumir en la crisis de hace dos años.

Cambian los bloques

Con el pleno incompleto, los grupos que destituyeron sin petición ni advertencia de por medio a José Luis Vargas en 2021 han cambiado. En aquel entonces, el llamado “G5” se conformaba por Rodríguez Mondragón, Otálora, De la Mata, Fuentes e Infante, la única aliada de Vargas era Mónica Soto.

Ahora, tras varios enfrentamientos en sesiones públicas con Rodríguez Mondragón, Mónica Soto se ha sumado a de la Mata y Fuentes, a pesar de que no tenía comunicación alguna con ellos en los últimos meses, por varios enfrentamientos directos. Mientras la magistrada Janine Otálora se mantiene del lado de Rodríguez Mondragón.

Ante la falta de consensos, podría repetirse el escenario en el que la presidencia de la Sala Superior se termine antes del tiempo estipulado. No por vía de la destitución, sino por renuncia, presionando al magistrado presidente a dejar el cargo antes de octubre del 2024, periodo por el que rindió protesta.

Si eso sucede, intentarían imponer a una nueva presidencia, antes de que el Senado nombre a las dos magistraturas vacantes. En ese escenario, los únicos dos perfiles que no han asumido la presidencia en ningún momento son Felipe de la Mata Pizaña y Mónica Soto.

Se espera que en la sesión pública prevista a las 10:00 horas, Rodríguez Mondragón pudiera emitir algún posicionamiento sobre el conflicto interno o mantenerse en su cargo pese a las presiones de una mayoría y con el respaldo de la ministra presidenta de la Suprema Corte que busca evitar otro escándalo en el Poder Judicial.

Fuente: Milenio