Si no te gusta como están las cosas no te calles, no te anules, no decidas no decidir, callarte no es opción válida, no votar o anular tu voto equivale a rendirte, a entregar todas tus canicas y dejar que otros hagan contigo, con tu presente, con tu futuro y con tu país lo que les dé la gana.

Cuando no estamos de acuerdo con una marca, no nos gusta lo que vende o sabemos que tiene prácticas nocivas como maltrato animal o contaminación, etc. la manera que tenemos de castigar a esa marca es no comprarle, la cancelamos, no consumimos su producto y en el mundo del mercado eso equivale a un mensaje que sí les importa, porque para las marcas, el no participar con ellas, el no consumir sus productos los destruye. En el mundo de la política es totalmente al revés, si no nos gusta lo que hacen, si estamos en total desacuerdo con sus acciones y nos apartamos, no participamos, no votamos, les hacemos un gran favor, les quitamos la vigilancia ciudadana y la exigencia que esto pueda significar y quedan totalmente libres para seguir haciendo corruptelas y tratos entre ellos para manejar el país a su gusto y conveniencia.

Tenemos un país lleno de problemas y no es de ayer ni de este sexenio ni del sexenio pasado, es el resultado de muchos años, décadas en que los ciudadanos hemos pensado que la política es tan puerca que solo es para los políticos y los hemos dejado hacer su fiesta sin que nadie los moleste. Todos estamos de acuerdo en que se necesita hacer algo, a nadie le puede parecer genuinamente que estamos bien, tan solo viendo el horror de inseguridad en que tienen convertido al país entero, nadie con visión propia puede estar de acuerdo en que el gobierno compre con terribles sobreprecios materiales de dudosa calidad, ningún ciudadano verdadero puede validar los despilfarros gubernamentales mientras las comunidades no tienen caminos dignos ni agua, el problema es que así como todos estamos de acuerdo en la necesidad de hacer algo también es cierto que todos estamos esperando otro lo haga. Tenemos que empezar por ser corresponsables de este caos en que está sumido nuestro país y votar es en este momento la acción necesaria y poderosa que puedes hacer, si no te gustan las opciones de voto no te anules, no hagas más pequeño el poder ciudadano, que tu voto sea un agente de cambio, que tu voto sea un grito de protesta, vota porque sigamos teniendo un país con instituciones que son fruto de luchas ciudadanas; vota porque existan contrapesos que limiten al gobierno; vota porque los diputados y senadores cumplan sus funciones de representantes de la ciudadanía y no sean meros gestores de la Presidencia de la República; vota porque la ley se respete, vota porque se abran investigaciones en contra de todos los actos de corrupción y se castigue a los culpables; vota para que podamos seguir votando y nuestra elección sea respetada. No te rindas, no te anules, vota aunque no te encanten las propuestas, porque diferencias habrá siempre, pero libertades no, vota para que podamos seguir teniendo la libertad de ser diferentes.

Fuente: Milenio