México, tan desigual, necesita una sólida izquierda democrática, lejos de los resortes autoritarios y antiilustrados del gobierno que concluye.

A la memoria de Olac Fuentes Molinar.

La izquierda es esa corriente política que a lo largo de la historia hizo suyo uno de los valores fundamentales de la Ilustración: la igualdad. Al paso de los años, las izquierdas más progresistas incorporaron otras causas de la modernidad: el compromiso con la educación y la ciencia contra la ignorancia y el fanatismo. Con el laicismo, frente al oscurantismo religioso. Las izquierdas más comprometidas con las libertades además fueron, desde la Guerra de Vietnam, pacifistas. A la luz de la devastación de los ecosistemas, se incorporó la agenda medioambiental. Las izquierdas también se identificaron con la reivindicación de los derechos de las mujeres y, después, con las luchas de la diversidad sexual y las minorías.

Igualdad, compromiso con la ciencia, el laicismo, el medioambiente, la mujer y la diversidad, los migrantes, el antimilitarismo, identifican los programas de múltiples organizaciones de las izquierdas contemporáneas en todo el orbe.

En México, el gobierno que termina suele proclamarse de izquierda, pero sus actos evidencian lo contrario. Veamos.

2. Ante el surgimiento del covid-19, ignorando la evidencia científica, minimizó la gravedad (“hay que abrazarse”, “nos cayó como anillo al dedo”). Cuando los contagios se dispararon y los hospitales colapsaron, en vez de pruebas clínicas y cubrebocas, el presidente recurrió a la superchería: “detente enemigo, que el corazón de Jesús está conmigo”.

3. Favoreció la privatización de los servicios de salud: las consultas médicas que atendía el sector privado eran el 50 por ciento en 2018; cuatro años después, el 62 por ciento.

4. Lastimó la provisión de servicios públicos. Afectó la salud de la primera infancia: seis millones de niños nacidos bajo su gestión no accedieron al cuadro completo de vacunación.

5. Dañó la calidad de la educación pública. Improvisó la ‘nueva escuela’ mexicana y aprobó libros de texto plagados de dislates y mentiras. Cercenó el aprendizaje de matemáticas.

6. Incrementó la presencia de los militares en múltiples ámbitos de la vida del país: construcción de obra pública, administración de aduanas, puertos y aeropuertos.

7. Expulsó a la UNAM y al Politécnico Nacional del Consejo de Salubridad General y, a cambio, incorporó a los militares.

8. Redujo en términos reales el financiamiento público para la educación superior en 31 por ciento.

9. Atacó a una de las instituciones de educación superior públicas que más han contribuido al desarrollo y la movilidad social, la UNAM, de estar al servicio del neoliberalismo. Buscó destruir al CIDE.

10. A la vez, defendió a una ministra de la Corte que plagió su tesis de licenciatura, mostrando total desprecio por el mérito profesional y académico.

11. Desde la dirección de Conahcyt propició el hostigamiento y la persecución penal a destacados científicos.

12. Eliminó los fideicomisos para apoyo a la investigación científica. También para la creación artística.

13. En vez de hacer estudios medioambientales antes de iniciar obras públicas mayores, el presidente encabezó rituales religiosos para pedir permiso a la ‘Madre Tierra’.

14. Ordenó la que puede ser la mayor devastación sobre los ecosistemas y el patrimonio arqueológico de la península de Yucatán con el Tren Maya.

15. En vez de impulsar la transición hacia energías renovables, decidió exacerbar el uso de combustibles fósiles y construir la refinería de Dos Bocas.

16. El coordinador de la bancada de Morena en la Cámara de Diputados introdujo al recinto legislativo muñecos que pretendió eran seres extraterrestres.

17. El mandatario fustigó al movimiento feminista una y otra vez.

18. Lesionó a las madres trabajadoras de menores recursos al cerrar las estancias infantiles y desaparecer las escuelas de tiempo completo.

19. En plena pandemia, propuso para 2021 un superávit fiscal en vez de buscar salvar empresas, empleos, ingresos de las familias y vidas.

20. Prefirió, a nombre del libre mercado, ceder a las amenazas de Trump de poner barreras al comercio y, a cambio, se volvió gendarme de Estados Unidos en una política antimigratoria denigrante y contraria a los derechos humanos.

México, tan desigual, necesita una sólida izquierda democrática, lejos de los resortes autoritarios y antiilustrados del gobierno que concluye.

Fuente: El Financiero