El fiscal Santiago Nieto debería aprender de Luis Videgaray para enfrentar una crisis por conflicto de interés. El periódico El Universal reveló que el titular de la FEPADE omitió en su biografía que trabajó como asesor del PRD en el Senado, antes de ser designado como fiscal de delitos electorales. El secretario de Hacienda vivió una tormenta semejante cuando se reveló que un contratista de gobierno le había ofrecido un préstamo para adquirir su casa en Malinalco.

En su intento de autodefensa, el encargado de la SHCP atrajo nubes aún más negras sobre su propio caso. El secretario de Hacienda argumentó que la hipoteca que le otorgó un contratista de gobierno tenía tasas de interés dentro de los parámetros de mercado. Una simple operación aritmética reveló que la hipoteca de Grupo Higa costaba la mitad de lo que pagaría cualquier mexicano si solicita un crédito semejante en la banca comercial. Después Videgaray argumentó que en octubre de 2012, cuando se realizó la adquisición inmobiliaria, él no tenía un cargo público a pesar de ser coordinador del equipo de transición del entonces Presidente electo. La Auditoría Superior de la Federación publicó un informe donde sostiene que el equipo de transición de Enrique Peña Nieto ejerció 8.2 millones de pesos por concepto de salarios. Se podría suponer que el coordinador del equipo de transición recibió algún tipo de salario a cambio de su trabajo, pero a pesar del emolumento y la jerarquía de su responsabilidad él se asume como un ciudadano particular, no como un servidor público.

La forma de “pago” de su “hipoteca” da evidencia para levantar cejas y sospechas. Con tres pinturas, el secretario de Hacienda cubrió un saldo de 2.4 millones de pesos con el contratista-prestamista. El título de las pinturas, sus autores y los respectivos avalúos son confidenciales. Como sostiene el abogado Miguel Pulido: “Usar obras de arte como forma de pagos millonarios es una operación por demás delicada. La legislación mexicana contra el lavado de dinero la considera una actividad vulnerable. De hecho, cataloga como sospechosas operaciones con arte superiores a 200 mil pesos y (Videgaray) realizó una por diez veces ese monto”.

Las Reglas de Integridad publicadas por la SFP establecen que se vulnera la honestidad de los servidores públicos al: “Adquirir para sí… bienes o servicios de personas u organizaciones beneficiadas con… contratos gubernamentales, a un precio notoriamente inferior o bajo condiciones de crédito favorables, distintas a las del mercado”.

¿Qué consecuencias legales ha sufrido Videgaray por su hipoteca con Higa? Ninguna. ¿Cuál es la moraleja para Santiago Nieto? No renuncies, aguanta un rato y luego todo pasa. Sin embargo, el caso de la residencia del secretario de Hacienda jamás recibió el escrutinio periodístico que ha tenido la omisión en el currículum del fiscal de la FEPADE.

Santiago Nieto se hubiera ahorrado una indeseable secuencia de primeras planas en El Universal, si hubiera completado y difundido su declaración de intereses. Este documento permite hacer un mapa de potenciales conflictos entre su experiencia profesional y su responsabilidad pública. El linchamiento mediático en contra del fiscal de la FEPADE y el trato sutil hacia el secretario de Hacienda lanza un mensaje ominoso sobre el futuro de la corrupción en México. Como lo sostiene José Roldán Xopa, el futuro fiscal anticorrupción y el titular de la FEPADE tienen varias cosas en común: el nombramiento requiere del voto del Senado, “su remoción depende del Procurador en turno y sus investigados pertenecen a la clase política”.

El destino de Santiago Nieto al frente de la FEPADE servirá para anticipar la suerte del futuro fiscal anticorrupción, quien tendrá que enfrentar adversarios todavía más poderosos que el Partido Verde.

@jepardinas

Fuente: Reforma