El Economista publicó que los comisionados y consejeros de organismos autónomos en materia de transparencia reconocieron que nuestro país se ubica entre los 10 primeros lugares en robo de identidad y los daños ligados a fraudes por suplantación de identidad, por lo que es necesario promulgar una Ley General de Protección de Datos Personales; con ello, cada entidad federativas contaría con leyes en la materia, con estándares homogéneos.

Durante el seminario conmemorativo “La protección de datos personales y las reformas constitucionales” —organizado por el InfoDF—, la consejera Gema Sehyla Ramírez Ricárdez, del órgano garante de Oaxaca, advirtió que el robo de identidad se puede considerar como el delito del siglo, ya que las principales vías donde se regalan los datos personales son las redes sociales (con 77%) y las compras por Internet (con 62 por ciento).

Incluso el especialista de la Universidad de Los Andes, Colombia, Nelson Remolina Angarita, explicó que Internet se ha convertido en el nuevo hábitat cívico, pues se estima que en el 2015 habrá más de 4,200 millones de personas que contarán al menos con un dispositivo para conectarse a la red.

Alejandro Torres Rogelio, comisionado del InfoDF, aseguró que la Ley General, a promulgar, no debe ser considerada como un título o capítulo más de los temas de transparencia o el acceso a la información pública, sino una legislación que fomente, desde todos los ámbitos, la cultura de la protección de los datos personales.

Y es que, según el Presidente de la Conferencia Mexicana para el Acceso a la Información Pública, José Orlando Espinosa Rodríguez, en la actualidad, siete de cada 10 mexicanos no saben a quién recurrir cuando se hace mal uso de sus datos personales.

Autocuidado

En la mesa de trabajo “Diagnóstico nacional actual de la legislación en materia de protección de datos personales”, el comisionado capitalino, Alejandro Torres, dijo que el nuevo marco normativo deberá incentivar el autocuidado, ya que es la mejor forma en que las personas pueden proteger su vida e intimidad.

“Mi propuesta es que nuestro marco normativo le apueste a la prevención de delitos, por un lado, y de las prácticas riesgosas por otro, en materia de tratamiento de datos personales. Es necesario que cada persona sepa que la información inherente a su identidad es suya y ninguna entidad pública o privada tiene derecho a apropiarse de los datos concernientes a su vida privada, ni darles un tratamiento sin su conocimiento”…

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