Durante la mesa de debate “América Latina y el nuevo orden social, ¿cuál es el futuro de la democracia hacia el 2020?” del IV Foro de la Democracia Latinoamericana, Gustavo Palomares, presidente del Instituto de Altos  Estudios Europeos,  indicó que los países latinoamericanos deben triangular agendas políticas y económicas con la Unión Europea, ya que el desarrollo de las naciones emergentes está vinculado con las alianzas estratégicas, pues en un futuro, las economías en desarrollo estarán produciendo el 40 por ciento del total mundial.

Señaló que para el año 2020, México y Brasil deberán asumir la responsabilidad de ser los nuevos líderes regionales.  “Se tendrán que romper los modelos viejos de relaciones internacionales para poder llegar a asumir estos liderazgos. Las voluntades políticas deben estar al máximo para fortalecer los Estados que prometen mucho”, señaló.

Expuso que las políticas públicas que se desarrollen, deberán estar enfocados en el beneficio de la ciudadanía, pues los motores de cambio se concentran en la voluntad popular. “No se puede concebir un Estado sin una sociedad que exija a sus gobernantes un mayor desempeño y rendición de cuentas.”

Por su parte, Carlos Meza, ex presidente de Bolivia indica que el uso de las nuevas tecnologías va aunado a la capacidad de los ciudadanos de exigir una mayor transparencia, sin embargo hay un futuro gris pues no se han concretado verdaderos sistemas que den seguridad y certeza ciudadana.

Dijo que estamos viviendo una revolución que transforma los medios de comunicación y comportamientos colectivos que deben adaptarse a la situación política, económica y democrática.

Al mismo tiempo recalcó que la grandeza de las naciones latinoamericanas dará un giro importante al orden mundial, pues los países en vías de desarrollo serán la punta de lanza para el mejoramiento global

Finalmente Arturo Núñez, gobernador del Estado de Tabasco advierte que las redes sociales son un diamante en bruto que se deben ir puliendo, pues  el exceso la información genera acciones no éticas que, en muchas ocasiones,  son incoherentes con la realidad: “Debemos de buscar que las redes sociales se depuren para crear círculos de verdadera información” concluyó.