Hace unos días tuve la oportunidad de conocer el plan en materia anticorrupción de Claudia Sheinbaum, lamentablemente me pareció bastante malo.

Propone incluir en la Constitución el derecho humano a vivir libre de corrupción, lo cual se oye muy lindo pero considero que no salimos de lo mismo, plasmando en papel derechos que no se respetan en la práctica, más artículos no harán de México un país menos corrupto.

Otra propuesta es la creación de una agencia federal anticorrupción que dependa directamente de la oficina de la presidencia. Hay muchas cosas que me parecen inadecuadas en este planteamiento, al depender directamente del Ejecutivo federal veremos cómo detecta sus propios actos de corrupción, se investiga a sí mismo para luego auto sancionarse, eso de ser juez y parte en el combate a la corrupción es de los principales fiascos y simulaciones, veremos un Virgilio Andrade dando por buena la casa blanca de la Gaviota o una Irma Eréndira validando las casas de Bartlett, como que ya estamos cansados los mexicanos de que nos vean la cara con estos simulacros; la corrupción se da en los tres poderes de los tres órdenes de gobierno, así como en los organismos autónomos, no podría entonces una dependencia del Poder Ejecutivo interferir con todos los demás, sería una intromisión fuera de orden y rompiendo la estructura del Estado.

Hace mucho énfasis en la necesidad de coordinación entre todas las instituciones públicas, particularmente entre fiscalías y poder judicial, sin embargo ignora absolutamente al sistema nacional y estatales anticorrupción, el cual ya está en la Constitución no me y cuya base principal es justamente la coordinación, sistema que ha digo saboteado de todas las maneras posibles por la 4T, teniendo como claro ejemplo la asfixia a la que fue sometido en la Ciudad de México mientras gobernó Claudia.

Así, con este plan, los ciudadanos quedan fuera de la ecuación, se les reconoce únicamente como alertadores pero sin mayor participación ni trascendencia.

Cuando reviso su propuesta de combate a la corrupción veo claramente la intención de centralizar el tema para poder exonerar a los corruptos propios y amenazar a los contrarios. Perdón, pero “sin ser mal plan”, esto que nos presentan es un muy mal plan.

Fuente: Milenio