Más que buscar el acceso a los servicios de salud, el gobierno pretende, con fines electorales, generar una percepción de logros que, en realidad, son inexistentes.
Tras el primer debate entre las candidaturas a la Presidencia, el gobierno lanzó una estrategia para promocionar supuestos éxitos en salud: “México tiene uno de los sistemas públicos de salud más grandes y de mayor cobertura gratuita del mundo”, se publicó en la cuenta de X (antes Twitter) de la Presidencia de la República.
Durante las campañas electorales la publicidad del gobierno está prohibida por la Constitución, cuyo artículo 41 establece: “deberá suspenderse la difusión en los medios de comunicación social de toda propaganda gubernamental”. Se permite, sí, información relativa “a servicios educativos y de salud, o las necesarias para la protección civil en casos de emergencia”. Es obvio que más que buscar el acceso a los servicios de salud, el gobierno pretende, con fines electorales, generar una percepción de logros que, en realidad, son inexistentes.
En ninguna materia, menos aún en la salud de los mexicanos, se deben manipular los hechos a capricho. Una discusión racional necesita de cifras verificables, no inventos. Para mostrar la falsedad de lo dicho por la Presidencia recurro a una sola fuente oficial: el propio anexo estadístico del quinto Informe de Gobierno de López Obrador en 2023, a sus datos.
1. En 2018 había 22,615 unidades en instituciones del sector público de salud. Para 2023 fueron 21,614: este gobierno acabó con mil unidades médicas.
2. En 2018 se daban 294.9 millones de consultas externas —incluyen generales, urgencias y odontológicas— en las instituciones del sector público; en 2023 sólo 233.7 millones. Una caída de 21 por ciento.
3. Las consultas generales pasaron de 200 millones a 157 millones en el sector público, 21.5 por ciento menos.
4. Las consultas de especialidad cayeron de 46.9 a 35.9 millones, una reducción de 23 por ciento.
5. Intervenciones quirúrgicas en el sector público, en 2018 se practicaban 3.35 millones y en 2023 sólo 3 millones. Una caída del 10 por ciento.
6. Intervenciones quirúrgicas para población asegurada (por el IMSS, ISSSTE, Pemex, Fuerzas Armadas o institutos de seguridad social de las entidades federativas), 2.9 millones en 2018 y 2.2 millones en 2022. Menos 23 por ciento.
7. Los egresos hospitalarios en instituciones públicas fueron 5.6 millones en 2018 y para 2023 sólo 5.17 millones, una reducción de 8 por ciento.
8. Los egresos hospitalarios en el IMSS-Bienestar (antes IMSS-Prospera) pasaron de 230 mil en 2018 a 199 mil en 2023, una caída de 13 por ciento.
9. Los egresos hospitalarios de la población asegurada fueron de 4.7 a 2.4 millones entre 2018 y 2023. Se contrajeron 47 por ciento.
10. El surtimiento completo de recetas médicas en el IMSS Bienestar pasó de 85 por ciento en 2018 a 77.2 por ciento en 2022 (no se publicó el dato de 2023).
11. En el ISSSTE las cosas no fueron mejor: los egresos de hospitalización general en 2018 eran 235 mil y 195.4 mil en 2022, una caída de 17 por ciento.
12. Los egresos de hospitalización especializada en el ISSSTE disminuyeron de 138.9 mil en 2018 a 123 mil en 2022, una caída de 11 por ciento.
13. Las consultas a mujeres embarazadas en el ISSSTE pasaron de 355 mil a 256 mil entre 2018 y 2022. La reducción en la atención es de 28 por ciento.
14. El número de pruebas de detección en el ISSSTE de enfermedades transmisibles y crónico degenerativas pasó de 17.8 millones en 2018 a 16.8 millones en 2022. Se dejaron de hacer un millón de pruebas diagnósticas.
15. Los sobres vida suero oral entregados por el ISSSTE disminuyeron de 4 millones a 3.5 millones, 14 por ciento menos.
16. El número de consultas de urgencias calificadas que ofreció el ISSSTE fue de 710 mil en 2018 a 666 mil en 2022. Las redujo en 6 por ciento.
17. La población usuaria de servicios de salud en el sector público al menos una vez al año pasó de 104.3 millones en 2018 a 100.8 millones en 2023.
18. En especial, disminuyó la atención de la población no asegurada: cayó de 48.2 millones a 43.6 millones, una disminución de 9 por ciento.
19. La atención que brinda la Secretaría de Salud, dependiente del Ejecutivo federal, se redujo de 35.3 millones a 27.6 millones. El gobierno dejó de atender a uno de cada cinco pacientes (22 por ciento) que antes sí recibía.
20. La peor cifra: la razón de mortalidad materna (mujeres que mueren por complicaciones en el embarazo por cada 100 mil nacidos vivos) fue de 12.9 en 2018 a 20.56 en 2023, un 59 por ciento más en este gobierno.
Esos son los datos; lo otro, manipulación. Basta de engaños.
Fuente: El Financiero