Entre protestas y reclamos airados se realizó la selección y registro de planillas de candidatos para elegir los Ayuntamientos de los 84 municipios del Estado. Hubo de todo, como en bote de tamales en Día de la Candelaria: de chile, de dulce y de manteca. Perfiles desconocidos, integración incompleta de planillas, incapacidad de partidos para registrar en todos los municipios, imposición de candidatos, alianzas oportunistas para postular inexplicables candidaturas comunes, rechazo de candidaturas, pero como dijera el clásico, haiga sido como haiga sido, se terminó esta etapa del proceso, y el pasado sábado dieron inicio las campañas políticas.

En los municipios, los pueblos, barrios y colonias son ahora el campo de la batalla electoral, aquí se enfrentan las planillas de candidatos de partidos políticos e independientes, buscando convencer a los ciudadanos que tiene la mejor oferta política, que son los idóneos, que tienen experiencia, que son honestos, que están preparados, que conocen la problemática del municipio, que saben lo que se tiene que hacer para lograr el desarrollo y prosperidad del municipio, y que están comprometidos a servir al pueblo, por lo que piden el apoyo de los ciudadanos y el respaldo de su voto.

Las campañas políticas, en el escenario de la pandemia del COVID-19, se desarrollarán con una dinámica diferente a la que estábamos acostumbrados; dejarán de organizarse reuniones masivas y se realizará con mayor intensidad otro tipo de proselitismo, particularmente el que tiene que ver con el uso de las TIC’s, y redes sociales, sin embargo, no faltarán las descalificaciones y la guerra sucia, y sin ir a fondo, se culpará a los Ayuntamientos anteriores de todos los males habidos y por haber.

Empero es posible que esta nueva normalidad política resulte en beneficio de la ciudadanía y podría hacer realidad lo que dice el dicho de que: no hay mal que por bien no venga, ya que propiciaría una mayor comunicación, conocer mejor la oferta política de los candidatos y hasta provocar un fructífero diálogo entre candidatos y electores.

Si esto pasara, los candidatos a Presidentes, Síndicos y Regidores tendrán la oportunidad de conocer con objetividad, no sólo los justos reclamos de la sociedad, sino se darán cuenta que la ciudadanía tiene una objetiva visión de la problemática municipal y formas para resolverla. Sabrán que cuenta con iniciativas y propuestas, que tienen una permanente disposición de sumar esfuerzos con una activa y entusiasta participación comunitaria y vecinal.

También, permitiría a ciudadanos y actores políticos, reflexionar sobre la responsabilidad política que les impone la elección de Ayuntamientos.

Las nuevas autoridades municipales confirmarán su responsabilidad política al enfrentar un escenario de franca crispación social, ocasionado en términos generales, por la crisis de salud, el fracaso económico y la precaria seguridad; y de manera particular, por el mal ejercicio de gobierno de los Concejos Municipales, del que no se les puede culpar. Fueron nombrados en la víspera por la oscura LXIV Legislatura, quienes en el deslinde de responsabilidades políticas, resultan los únicos culpables de que los Concejos Municipales incurran en un ejercicio indebido del servicio público, ya que al no haberse publicado en el Periódico Oficial del Estado los decretos correspondientes, no surten efectos.

Por su parte, la responsabilidad política de los ciudadanos, se nutre con la determinación firme de participar activamente en el proceso electoral. En primer lugar, deben conocer el perfil de los candidatos. Es importante saber quiénes son los que aspiran a gobernar el municipio. Saber si tienen capacidades, conocimientos y méritos para aspirar, valorar el reconocimiento social que los respalde, su seriedad para hacer acuerdos. En segundo lugar, deben informarse sobre la viabilidad y congruencia del programa de trabajo que presenten como oferta política; Y en tercer término, requieren asegurarse que el ejercicio del gobierno que ofrecen los candidatos, garantiza el Derecho Humano al Buen Gobierno, y se compromete con la transparencia, la rendición de cuentas y la participación ciudadana.

Por su parte, los candidatos a Presidentes Municipales, Síndicos y Regidores, deben darse cuenta que es evidente que la clase política ha perdido la confianza y la credibilidad de la sociedad por diversos motivos: promesas incumplidas; falta de congruencia entre lo que dicen y lo que hacen; por cometer abusos, atropellos y actos de corrupción; porque una vez electos no se sienten ligados, ni comprometidos con sus electores; porque no informan de lo hecho; porque se olvidan de las promesas electorales; porque no explican en qué utilizan el dinero de los presupuestos; y sobre todo, porque marginan la participación de la ciudadanía y la excluyen de la toma de decisiones en el quehacer público.

Los candidatos tienen que trabajar para superar estos justos reclamos, que afectan los intereses públicos fundamentales y su buen despacho. Por eso, los ciudadanos exigen a los candidatos que se comprometan a establecer en el Bando de Buen Gobierno y en reglamentos, disposiciones que expresamente reconozcan y hagan exigible la responsabilidad política de los integrantes del Ayuntamiento, y de los directivos de la administración pública municipal.

El Ayuntamiento, como órgano de gobierno, tienen la facultad y están legitimados para presentar iniciativas para obligarse con la atención de los intereses comunitarios y vecinales, y a cuidar de no afectar “los intereses públicos fundamentales o de su buen despacho… o la legalidad, honradez, lealtad, imparcialidad y eficiencia que deban observar en el desempeño de sus empleos, cargos o comisiones,… so pena de que, cuando se exija ser consecuente con su responsabilidad política por no cumplir íntegramente sus funciones, se le demande abandonar su cargo en razón de sus errores, o del fracaso objetivo en la gestión que se le ha encomendado”. (https://bit.ly/31XTXDg)

La nueva normalidad democrática obliga a poner al centro del escenario los intereses del ciudadano, por lo que “las reglas del juego tienen que cambiarse, creando nuevos mecanismos de control que eviten que los políticos mientan y sirvan a otros intereses ajenos al mandato recibido, (https://bit.ly/2EZYDzX), porque quien gobierna como representante de la voluntad popular, tiene la obligación de responder de su gestión ante los electores. (https://bit.ly/2Z8reK5)

Agenda

  • El Secretario de Hacienda Arturo Herrera, “pronosticó que 2021, será peor que 2018 y 2019, ya no habrá guardaditos –se los gastaron- y, aunque no se contrate nueva deuda, ésta se incrementará entre 10 y 17 puntos del PIB por el tipo de cambio. Entre este año y el próximo, México vivirá la crisis más fuerte desde 1932; es casi el peor momento económico para el país en el último siglo.” Joaquín López Doriga (https://bit.ly/3lTpfmT)

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