2018 ha iniciado con una fuerte crisis en el seno del Pleno del Instituto de Acceso a la Información Pública y Protección de Datos Personales del Estado de Tlaxcala (IAIP Tlaxcala), cuyo momento más grave ha ocurrido hoy viernes 16 de febrero, con una decisión por mayoría de dos contra uno, a favor del relevo de la Presidente del pleno, designada para tres años por el Congreso local.

Dos notas inicialmente se han difundido, a horas de tales hechos, que marcan la controvertida decisión, pero que quizá ayude a superar la crisis.  Y permítanme destacar que entendemos la crisis no necesariamente como algo negativo, sino como el momento catalizador que pueden llevarnos a estadios superiores en el desarrollo de las instituciones públicas.

Por una lado e-consulta cabecea su nota “De manera ilegal y con un notario dormido Cabrera asalta el IAIP”.  Mientras que Línea de contraste reproduce, entiendo, un escueto boletín, con la siguiente cabeza: “José David Cabrera Canales, nuevo Comisionado Presidente del IAIP Tlaxcala”.

A un año prácticamente de haber sido nombrados como Comisionados del órgano garante, Marlene Alonso Meneses (por siete años) Francisco José Morones Servín (por cinco) y David Cabrera Canales (por tres), los integrantes del Pleno han estrictamente chocado poniendo en cuestionamiento sus propias capacidades institucionales como colegiado.

Es decir minado las condiciones políticas mínimas de entendimiento para cumplir con sus atribuciones estipuladas en el artículo 36 de la Ley de Transparencia y Acceso a la Información Pública del Estado de Tlaxcala.

La medida, según los Comisionados Cabrera y Morones es “con fundamento en los Artículos 116 Fracción VIII de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos;37 de la Ley General de Transparencia y Acceso a la Información Pública, 97 de la Constitución Política del Estado Libre y Soberano de Tlaxcala; 9, 11,15, 28, 30, 34 y 35 de la Ley de Transparencia y Acceso a la Información Pública del Estado de Tlaxcala y; 2 fracción II, 7, 8, 10 y 14 del Reglamento Interno del Instituto de Acceso a la Información Pública y Protección de Datos Personales del Estado de Tlaxcala.”  Una interpretación muy audaz, legaloide diría alguien que los criticara, del marco normativo, que tiene la intención, pensando en positivo, de sacar del marasmo a un colegiado que no cumple con sus obligaciones elementales como sesionar semanalmente por diferendos en la administración del órgano, de por sí viciado desde el pleno anterior.  Tenemos por ejemplo personal que ocupa dos cargos en el organigrama, cobrando sólo por uno claro, y el despido injustificado de personal, casi a capricho en este caso de la Comisionada Presidente, que detonó el conflicto soterrado durante un año.

No han tenido la suficiente sensibilidad política y capacidad de diálogo y acuerdo para “repartir el pastel”, como se diría coloquialmente, ante la ausencia total de un Servicio Civil de Carrera existente sólo en el papel.

En ese sentido es que la supuestamente destituida en el cargo de presidente ha respondido, que lamentable, a sus pares con su propio comunicado, insertado en la página web del órgano autónomo, del que se desprende que el argumento para considerar ilegal el acuerdo que prácticamente la destituye del cargo es el artículo 5to transitorio del Decreto 217 del 14 de abril de 2016, que armonizó la Constitución local con la federal en materia de transparencia, que dice en su apartado II: “El Congreso del Estado de Tlaxcala nombrará por única vez, de entre los tres comisionados que conformen el Pleno del Consejo del Instituto de Acceso a la Información Pública y Protección de Datos Personales del Estado de Tlaxcala, a quien fungirá como Presidente del mismo por un periodo no mayor de tres años.”

¡Así es que el IAIP Tlaxcala tiene dos presidentes de su pleno! Y el conflicto en una situación que parece no tener solución a la vista, sobre todo si las partes no concilian sus intereses.

En la práctica veremos lo siguiente.  Por un lado el control administrativo, las cuentas bancarias del organismo seguro las mantendrá Marlene. Y por el otro David convocará a sesiones en las que sí habrá quorum, no así las que convoque la primera.  Jurídicamente, pienso, sin revisar a fondo el caso y sin ser especialista, parece que tendría que dirimirse por un tercero. ¿Podría mediar el Consejo Nacional del Sistema Nacional de Transparencia, concretamente su presidente, Javier Acuña?  No le conozco esa capacidad, pero quizá me sorprenda ahora.

Los actos que desarrollen por su lado cada una de las partes en conflicto podrían caer en la ilegalidad, sin duda.  Pero al final, los solicitantes de información, cuyos recursos de revisión están en proceso, serán los principales afectados.

Veremos cómo evoluciona el asunto, que no sólo debe preocupar a los tlaxcaltecas, sino a todo los interesados  en el tema.

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