La justicia española no destaca precisamente por su rapidez, y menos en casos que involucran a los partidos políticos, como Filesa, el Gal, Gescartera… En los últimos tiempos se han abierto procesos judiciales que parecen tomar el camino de eternizarse. Es el caso del Gürtel, los EREs falsos o el que afecta a Iñaki Urdangarin, reporta el portal Teinteresa.es.
“El juez que instruye los grandes casos de corrupción -salvo que estén en la Audiencia Nacional o se les haya puesto un refuerzo- tienen que atender otros tropecientos mil asuntos y emplear un montón de horas en interminables juicios de faltas, con temas tan interesantes como que una vecina le llame a otra ‘guarra’, o que un quinqui ha robado un paquete de choped en el Carrefour”.
Así se expresa un juez veterano de Galicia. Se le consulta sobre la escandalosa demora de la Justicia española para resolver los casos más graves de la democracia, algunos de los cuales se señalan en este artículo.
“En esto se va mucho tiempo, dinero para la administración y fuerzas”, remata. “Si a la Juez Alaya la encerramos con otros dos jueces en un despacho con buenos elementos informáticos, con Policía Judicial exclusivamente a su servicio, con buenos peritos y funcionarios, en seis meses como máximo estaba terminado el asunto de los EREs falsos”.
¿Seis meses? Un tiempo más que razonable si lo comparamos con estos que se cita a continuación.
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