Lo llamaban La llave. Servía para abrir una puerta en las universidades de élite de Estados Unidos, una puerta que solo algunos privilegiados sabían que existía. Mientras la clase media del país se agolpa para entrar por la puerta de delante y algunos casos especiales entran por la de atrás, un hombre llamado William Rick Singer aseguraba haber descubierto una “puerta lateral”. A veces, consistía en un soborno. Otras, había que organizar un engaño que pasaba por trucar fotos y notas. Él tenía la llave y, por supuesto, cobraba por usarla.

Singer se declaró culpable el martes ante un juez federal de Boston de varios cargos relacionados con una conspiración para manipular el sistema de admisión de las universidades más codiciadas del país a través de fraudes y sobornos, cobrar por ello y además camuflar esos pagos como donaciones a la beneficencia. Así ingresó en total unos 25 millones de dólares desde 2011 hasta 2019 de decenas de padres.

Llevaba desde el pasado septiembre colaborando con el FBI. El martes, la policía federal lanzó una operación en todo el país con 50 órdenes de detención, entre ellas las de 33 padres. Los últimos en entregarse han sido la actriz Lori Laughlin (Padres forzosos), este miércoles por la mañana en Los Ángeles, y Douglas Hodge, exCEO de la empresa de inversión Pimco. Ese era el nivel de los clientes…

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