Desde el verano 2012, el Dr. Mauricio Merino en el debate abierto sobre la rendición de cuentas, ya proponía en el diseño institucional, fortalecer a los órganos garantes de transparencia, mediante autonomía constitucional, el otorgamiento de facultades para promover y garantizar la eficacia de sus resoluciones, el mejoramiento de sus capacidades institucionales y las salvaguardas indispensables para evitar la captura política de sus integrantes o la asfixia de sus recursos.

Hoy varios de estos principios rectores de los organismos garantes quedaron perfeccionados en la iniciativa que está en manos de la Cámara Baja. La objetividad, el profesionalismo y la transparencia son algunos de ellos y desde el ámbito estatal, torales para concretar un Sistema Nacional de Transparencia a lo largo del país.

Las capacidades institucionales de los órganos autónomos son una asignatura pendiente, son una preocupación para la sociedad civil y la academia, es un tema que dará para discutir en los meses venideros, es el último eslabón de la cadena que puede romperse si los gobernadores y los congresos locales renuentes, lo deciden.

La objetividad, prescindirá de las consideraciones y criterios personales para resolver los casos, sabido es que en las entidades federativas hay órganos garantes fieles al Ejecutivo o al Legislativo que genera sesgo en las resoluciones. El profesionalismo, compelerá a contar con servidores públicos mejor preparados para la función pública. Esto sin duda, creará escenarios adversos en las entidades federativas, resistencia a perder sus “cuotas” al interior de los órganos garantes y resistencia para impulsar la meritocracia, como sucedió en Oaxaca. La transparencia, otorgará certeza de sus liberaciones y actuaciones al tener como obligación la publicidad. El IFAI y algunos órganos garantes estatales ya lo ejercen como un valor cotidiano de su gestión. Empero, la mayoría delibera en privado las resoluciones. En Oaxaca, todas alcanzan unanimidad en pro o en contra, pero por unanimidad, ofreciendo una falsa realidad de que alcanzan consenso.

El estudio de la Métrica 2014 en su dimensión de capacidades institucionales de los órganos garantes presentó una fotografía sobre sus características y potencialidades. Los hallazgos confirman que, a pesar que se cuenta con un respaldo normativo para alcanzar el cometido, todavía existe gran distancia entre las situaciones de jure y las de facto. Hoy está en entredicho el reconocimiento constitucional o normativo, como garantía de su cometido. Los órganos garantes estatales necesitan pugnar por fortalecer sus capacidades institucionales, tomar decisiones que apelen a la institucionalización de sus procesos y procedimientos para generar condiciones de estabilidad, continuidad y sobre todo, legitimidad ante la ciudadanía. La integración del nuevo IFAI, a pesar de reconocidos ejercicios democráticos y transparentes, tuvo sus tropiezos en el Senado de la República, hoy vemos un IFAI con constantes modificaciones en su gestión interna, con constantes acomodos para salir avante, tratando de confirmar su garantía. En las entidades federativas no va ser asunto fácil, se requiere de la voluntad de quienes integran o integrarán los órganos garantes. Estas circunstancias obligan a que se vigile la aplicación de la Ley General y sus implicaciones en las leyes estatales. Los Consejos Consultivos Ciudadanos, celosos de su deber, deberán vigilar que se cumplan estos cometidos para mejorar y fortalecer las capacidades institucionales de cada uno de los órganos garantes. No como sucedió en Oaxaca, donde el Consejo Consultivo Ciudadano propuso trabajar coordinadamente y de manera cordial para legitimar al órgano garante, aprovechar los instrumentos normativos que se le habían otorgado y dejar atrás el proceso de la designación de los comisionados. Lamentablemente, faltó voluntad de su parte, la visión cortoplacista y la urgencia de un modus vivendi pasó por encima de su legitimidad. Hoy están en jaque mate, la credibilidad por los suelos, los resultados sin sustento y la opacidad en su máxima expresión.

Por eso considero que, para iniciar con el pie derecho, es apremiante que se revitalicen los órganos garantes actuales. Quien cuente con perfiles idóneos y capacidades para el desempeño de la función, repetirá sin problemas. Quien sea producto de la negociación política tendrá que refrendarse. Quien quiera formar parte, tendrá que demostrar su compromiso y capacidades. Se tendrá que dar paso a integraciones reales y no simuladas. Solo así empezaremos con el pie derecho esta larga pero larga travesía por la transparencia.

* Consejero Ciudadano de la COTAIPO

@acruzpi