De acuerdo a las prácticas internacionales, el combate a la corrupción debe tener tres principales elementos para su correcta estructuración y legislación:

  1. Es necesario ir más allá de lo punitivo y atender las causas de la corrupción;
  2. Debe existir inteligencia institucional contra la corrupción; y
  3. Hay que contar con un entramado institucional de pesos y contrapesos para evitar la corrupción.

Bajo estas premisas, Mauricio Merino, coordinador de la Red por la Rendición de Cuentas, considera que se debe crear un correcto Sistema Nacional Anticorrupción.

Además, agrega, se deben establecer modificaciones estructurales en nuestro sistema de gobierno.

Esto contempla una profunda reforma a la Secretaría de la Función Pública, Auditoría Superior de la Federación, la creación de una Fiscalía Especializada en materia de Corrupción, así como un Tribunal Federal de Cuentas.

Entre las ventajas de crear de esta manera un sistema Nacional Anticorrupción, señala que podemos recupera la memoria y experiencia institucional exitosa en México, establecer interacción entre poderes del Estado y órganos autónomos para combatir la corrupción, actuar de manera integral para combatir la corrupción y buscar incluir a la federación, a los gobiernos estatales y a los municipios en acciones conjuntas.