El 9 de febrero de 2017 quedó formalmente instalado el Comité de Participación Ciudadana (CPC) del Sistema Nacional Anticorrupción (SNA). Con ello dio inicio de manera formal todo el trabajo para dar vida a la nueva estructura institucional que se creó para hacer frente al grave problema de corrupción que vive el país. De acuerdo con la Ley General del SNA, el o la Presidente(a) del CPC es quien preside el Comité Coordinador y está a cargo de dar seguimiento a los acuerdos que se realizan en la instancia coordinadora, a través de la Secretaría Ejecutiva. Además, propone acciones específicas para hacer frente a la corrupción (LGSNA, 2016).
A casi un año de trabajo, Jacqueline Peschard Mariscal, la primera Presidenta del CPC, presentó el pasado 15 de enero de 2018, en la sesión ordinaria del Comité Coordinador, un balance sobre los retos que se han ido enfrentado para dar vida al SNA y la dificultad para poder consolidar acciones contundentes que den los resultados que la ciudadanía espera en materia de combate a la corrupción:
“Cierro mi ciclo y me doy cuenta de que no tengo cifras que presumir. No le hemos hecho ni un rasguño a esa corrupción que parece impregnarlo todo, y que aparece en lugares donde no se esperaba. Lo que dejo a mis compañeros como herencia es la evidencia de que se trata de una labor titánica. Pero sé que se ha abierto una puerta, o tal vez una pequeña rendija donde aparece la luz. Nuestra lucha, por pequeña que sea, deja ver un espacio inédito, un territorio promisorio, ese país libre de corrupción al que aspiramos todos.” (Peschard, 2018) -Consulta aquí el mensaje completo-
La grave crisis de legitimación de la clase política, el encono social generado por los constantes escándalos de corrupción, de un lado, y los pobres resultados para eliminar la pobreza, por otro, así como la falta de acuerdos para poder garantizar al menos que todas las piezas del sistema funcionen; hacen parecer que a un año de trabajo las acciones impulsadas desde el CPC son menores. Sin embargo, todo el trabajo para ir dar dando forma al SNA durante este primer año de implementación, sentará bases importantes para ir cambiando el paradigma al interior de la administración pública, que ahora debe coordinarse con una instancia ciudadana para acordar el mejor rumbo para dar resultados efectivos en el combate a la corrupción.
A este entorno adverso, se suma el proceso electoral, que sin duda pone en la agenda el financiamiento a las campañas, el desvío de recursos públicos y la falta de rendición de cuentas de los partidos políticos, como temas que se estarán discutiendo de manera cotidiana y de los cuales se espera que los aspirantes a los cargos públicos presenten soluciones viables. Falta mucho por hacer para consolidar una verdadera política de combate a la corrupción. El acompañamiento de todos los sectores de la sociedad es una condición necesaria para que el nivel de exigencia permanezca y se genere la suficiente presión para contar con compromisos serios en la materia.
Liliana Veloz Márquez
Directora Ejecutiva
Red por la Rendición de Cuentas