En la entrada anterior se señalaba la dificultad de valorar la efectividad del gasto federalizado debido a la insuficiencia (tanto en disponibilidad como en calidad) de información sobre avances y resultados en el ejercicio del gasto. A este problema se añaden las dificultades derivadas de las deficiencias en la contabilidad. Es sabido ya que aún no contamos con un régimen homogéneo de reglas y procedimientos contables. Si bien las reformas constitucionales y legales en materia de armonización contable están ya en marcha (la constitución ya fue reformada, y tenemos una Ley General de Contabilidad Gubernamental), aún queda un largo camino por recorrer para tener cuentas comparables y armonizadas. El informe de cuenta pública resalta la importancia de estas reglas contables:
Los Postulados Básicos de Contabilidad Gubernamental (PBCG) son elementos generales fundamentales para uniformar los métodos, procedimientos y prácticas contables, así como organizar y mantener una efectiva sistematización que permita la obtención de información veraz en forma homogénea, clara y concisa; por lo que se constituyen en el sustento técnico de la contabilidad gubernamental (Informe Ejecutivo, p. 165).
La ASF encuentra múltiples instancias en las que estos postulados no se cumplen, lo que debería activar dos alertas: en primer lugar, sobre la importancia de contar con reglas precisas, de fácil aplicación y verificación ; y, en segundo lugar, que dichas reglas incorporen mecanismos para definir responsables concretos de aplicar las nuevas reglas, así como instrumentos de detección y corrección de anomalías. En pocas palabras, armonizar normas contables es la parte sencilla del proceso de construir cuentas gubernamentales claras y homogeneas; el reto central será asegurar su aplicación efectiva en cada una de las oficinas públicas de este país.