Sucede que lo que empieza como una buena intención, después se convierta en su propio antónimo.

Como cuando buscas una candidatura ciudadana y terminas recurriendo a algo que se parece a la vieja práctica de la compra del voto o, en este caso, de apoyos.

 Todo empezó cuando la tarde del 11 de enero, el INE dio a conocer que había hallado diversas irregularidades en las firmas de apoyo a aspirantes independientes a un cargo de elección popular.

Tras el hallazgo, Patricio Ballados, director ejecutivo de prerrogativas y partidos políticos del INE, informó que tras la revisión, además de cancelar las firmas irregulares, se retirará el registro o se sancionará a los aspirantes que hayan recurrido a malas prácticas en el proceso.

La historia continúo el lunes 15 de enero cuando el Instituto halló que 28 de los 65 aspirantes independientes a una diputación federal tenían “serias irregularidades” en los apoyos ciudadanos que habían reunido y que, por ello, se había presentado una denuncia en la Fiscalía Especializada para la Atención de Delitos Electorales…

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