Laurentino Cortizo se juramentó ayer como el nuevo presidente de Panamá para el período 2019-2024 frente a la clase política del país y varios representantes internacionales, entre ellos, el Rey de España, Felipe VI.

“Nito”, como se le conoce localmente, asumió sus funciones con un discurso sosegado en el que enumeró los retos y las promesas de su Gobierno para el siguiente quinquenato que se engloban en la lucha contra la pobreza, la desigualdad y la corrupción. No obstante, su alocución adquirió un tono reprensivo al abordar la crisis de las finanzas públicas que mantiene a Panamá en la lista gris del Grupo de Acción Financiera Internacional (GAFI) por presentar, según la organización, deficiencias en la lucha contra el blanqueo de capitales y el financiamiento del terrorismo.

“Nuestro país ha sido irrespetado y maltratado… ¡Hasta aquí! ¡hasta hoy!”, exclamó el mandatario refiriéndose a los llamados de atención de diferentes organismos internacionales y países desde el escándalo de los papeles de Panamá en 2016.

La filtración masiva de documentos de la firma panameña Mossack Fonseca golpeó severamente la reputación que gozaba el país istmeño desde hace casi una década, sin embargo, no ha impedido que el crecimiento económico despunte frente a la región con una proyección de al menos 6%, de acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI)…

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