Mauricio Merino, profesor e investigador del Centro de Investigación y Docencia Económicas (CIDE), al referirse a las respuestas del presidente Enrique Peña Nieto durante el programa “Conversaciones a fondo”, al ser cuestionado sobre el problema de corrupción de cara a la apertura energética, indicó que a su parecer el mandatario tuvo un doble error en las respuestas que ofreció.
Entrevistado en el noticiero “Atando Cabos”, indicó que el primero de estos errores es considerar que debido a que la corrupción es un fenómeno cultural, es posible resolverlo en las escuelas e impartiendo lecciones de ética, lo cual resulta insuficiente; el segundo, radica en su insistencia en la idea de que la corrupción se combate sólo con la transparencia y el acceso de la información, que pese a ser una buena medida también resulta insuficiente.
“Me parece que sigue sin entenderse que la corrupción es una secuela de causas que están antes de que los corruptos encuentren la oportunidad de actuar y como lo dijiste muy bien, no le quito ni una coma, hay experiencia suficiente, conocimiento teórico y práctico suficiente, hay experiencias comparadas para poder actuar en México en esa materia, no hay ninguna razón para no hacerlo, excepto esta imprecisión que tiene nuestra clase política sobre el tema y que pues, sí, creo que está convirtiendo el tema de la corrupción en el gran déficit del sexenio de Peña Nieto”, abundó.
En este sentido, aclaró que la corrupción no es un fenómeno que alimente al sistema, sino que es parte y está dentro del mismo, si por sistema se entiende un conjunto de procesos de decisión que, articulados, producen un resultado, es así que al introducir a estos procesos diversos espacios de discrecionalidad, se da también la posibilidad de que haya negociaciones que puedan producir beneficios privados, acción que al no ser castigada evolucionar automáticamente a corrupción.
Insistió en que actualmente ya se tiene conocimiento de dónde están esas piezas de procesos y decisiones discrecionales, por lo que no hay ninguna razón para limitarse a decir que como es un problema cultural existen posibilidades de que la siguiente generación lo resuelva, por lo que calificó como decepcionante y reveladora la respuesta del presidente Peña Nieto a estos cuestionamientos.
Asimismo, afirmó que la Comisión Nacional Anticorrupción que comprometió desde su campaña el actual presidente de nuestro país, a su parecer no era una buena idea como estaba diseñada, pues se basa en la persecución, lo que además de tener sentido político representa una herramienta de poder para el Ejecutivo Federal; sin embargo, no pone atención alguna en resolver el tema que facilitó el asunto.
“El diseño era un mal diseño, hubo foros, debates con todos estos grupos académicos y de sociedad civil que hemos estado en el tema por mucho tiempo, e incluso se presentó ante los senadores y los diputados una contrapropuesta con el sello de la Red por la Rendición de Cuentas, que ahí la tienen los diputados y los senadores; que además se presentó con buen ánimo de que la promesa del señor presidente se cumpla, pero verdaderamente contribuya a modificar estos procesos”, sentenció.
Finalmente, resaltó que durante una reunión reciente de la Red por la Rendición de Cuentas, funcionarios de Georgia, país que perteneció en su momento a la Unión Soviética, se mostraron muy contentos por haber logrado mejorar de manera muy importante en la reducción de sus índices de corrupción, al tomar medidas concretas en el levantamiento de trámites, documentos oficiales, registros y la expedición de licencias.
“La reforma estructural más importante que está esperando este país, es justamente la de la estructura que sostiene la operación de las decisiones tomadas. Si una estructura se necesita y es estructura en serio, es el aparato que va a poner en marcha todas estas decisiones, sin esa estructura no hay manera de que funcione”, concluyó.
Fuente: Grupo Fórmula