El Estado mexicano debe adoptar una política completa, articulada y coherente para combatir a la corrupción desde las causas que la generan: por un lado, la fragmentación de instituciones y procedimientos; y, por otro, las fallas legales que impiden castigar a los funcionarios que abusan, para provecho propio, de la autoridad y los medios que la sociedad puso en sus manos para atender los problemas públicos, dijo Mauricio Merino, coordinador general de la Red por la Rendición de Cuentas (RRC).
Agregó que la corrupción es consecuencia del desorden institucional y la impunidad; por ello –afirmó-, es fundamental crear un marco legal coherente que brinde facultades jurídicas a las instituciones y fortalezca la administración pública en todos los niveles.
“La corrupción es la consecuencia de la falta de rendición de cuentas, de un sistema que garantice la combinación de confianza y legitimidad, mediante la integridad, la responsabilidad y la verdad” setenció Mauricio Merino.
En la mesa de conclusiones del Seminario Internacional “Diseño de política pública de rendición de cuentas y combate a la corrupción”, también participó Edna Jaime, directora general de México Evalua, quien recordó que la Red por la Rendición de Cuentas ha sido puntual en su trabajo al impulsar el Programa Espcial de Rendición de Cuentas (PERC), mismo que calificó como un programa único, concreto, con un diagnóstico conciso y sustantivo.
De la misma forma, entre los análisis que realiza México Evalua, destacan los estudios sobre los niveles de Control Anticorrupción que imperan en la gestión gubernamental, mismos que no han logrado ser efectivos.
Asimismo, Benjamín Fuentes, secretario técnico de la Auditoria Superior de la Federación (ASF) señaló que durante el Seminario Internacional se pueden destacar cinco objetivos claros.
El primero, concebir que la rendición de cuentas sólo tendrá incidencia si se concibe como una política pública. La rendición de cuentas también debe alejarse de conceptos como populismo e inmediatez y debe enforcarse en el largo plazo. De la misma forma, no debe ser vista la rendición de cuentas como un ejercicio de inquisición pero sí como una política que implica la modernización de la democracia. Y por último, la rendición de cuentas debe contemplar siempre la integridad y la ética, más alá de los conceptos retóricos.
En la clausura del Seminario, Merino hizo referencia al Sistema Nacional Anticorrupción que presentó la dirigencia del PAN el lunes pasado y que retoma algunas de las propuestas centrales que ha presentado la RRC.
Un sistema de esa naturaleza, señaló, debe crear una coordinación interinstitucional enfocada a mejorar los niveles de transparencia y fortalecer la lucha anticorrupción; la propuesta del PAN –que cuenta con la simpatía del PRI-, es una muestra del esfuerzo social por crear un marco legislativo que respalde estas acciones.
“La propuesta presentada (por el PAN) se debe fortalecer de manera profunda y puntual, y de ninguna manera se debe permitir que esta iniciativa se contamine con trasfondos políticos y electorales”, agregó el investigador del CIDE.
Esta propuesta agradó también a Eduardo Bohórquez, titular de Transparencia Mexicana, pues “finalmente vamos a empezar a hablar de un Sistema Nacional Anticorrupción en México”.
Al respecto, indicó, “algo que tenemos que proponer es la forma en que se coordinen los distintos subsistemas, cómo el Sistema de Fiscalización y Control y el Sistema Nacional de Transparencia.