Escribir una historia requiere, para empezar, una intención real por conocerla. En la medida que fui sopesando la idea de legar un documento que fuera un primer esfuerzo por conocer cómo nacimos, qué hemos hecho y hasta donde hemos llegado como Conferencia, el entusiasmo me invadió.
Para lograr el cometido, fue necesario un ejercicio de organización, comunicación y visualización.
He de reconocer que en mi intento por contar mi percepción de los hechos pude haber llegado a conclusiones personales que pudieran no coincidir con el punto de vista de otros. Acepté correr el riesgo y abrir mi visión al análisis y crítica de quienes conmigo han sido parte de la historia de la COMAIP.
Esta versión pretende ser un documento que, nutrido por hechos que habiendo sido relevantes, pudieran enriquecer su contenido después de su primera edición electrónica.
Soy consiente que las historias pueden tener visiones personalistas y conclusiones subjetivas, pero esa es la parte del desarrollo de las ideas que nos permite, no sólo conocer hechos históricos, sino entrar en un proceso de análisis, discusión y mejora continua.
Con el presente texto, mi pretensión es dejar un legado escrito de mi paso en una primera etapa, espero, por esta magnífica organización que hemos construido con la generosidad y el trabajo de todos. Su lectura y tu opinión serán muy importantes para mí.
Miguel Castillo Martínez