ATMÓSFERA ELECTORAL 2021 MX: EL INE EN REDES

La conversación en redes sociodigitales en procesos electorales en México, como en resto del mundo, ha cobrado mayor relevancia en los últimos años, en la medida en que a través de estos espacios la ciudadanía, medios de comunicación, autoridades electorales, partidos y candidatos, exponen sus puntos de vista, y participan de maneras diferenciadas en la construcción de lo público. Las redes sociales operan hoy no solamente como plataformas para el entretenimiento, su centralidad en la vida política de las sociedades contemporáneas es ya un hecho indudable.

Durante las pasadas elecciones presidenciales del 2018, Signa_Lab participó en la descarga, sistematización y filtración de la conversación en Facebook y Twitter para construir las preguntas que los entonces candidatos responderían durante el tercer debate presidencial. Fue durante esa campaña que identificamos el fuerte apoyo que Andrés Manuel López Obrador logró en estos espacios, pues su volumen de publicaciones, considerablemente inferior al del resto de los candidatos, generaba mucha mayor cantidad de interacciones, lo cual puede ser considerado como una señal que se traduciría luego en los resultados electorales. Por ello es importante no desestimar las conversaciones en redes, pero al mismo tiempo y por su importancia, es clave aislar “el ruido”, el estruendo artificialmente producido y retener la conversación con sus consensos y disensos.

Con la llegada de AMLO a la presidencia de México, inició también una reconfiguración en la lógica de construcción de la agenda pública. Las conferencias matutinas, o “mañaneras”, del presidente se convirtieron en pocos meses en el espacio privilegiado para nombrar y construir los temas relevantes para el país y su encuadre. Dos años después de iniciado el mandato, las mañaneras, con sus 116 minutos de duración promedio, de lunes a viernes, son el eje central de la estrategia de comunicación de la presidencia, y también el espacio desde el cual, con cada vez mayor recurrencia, se señalan a través de distintas estrategias, a las voces críticas como “adversarios”, “conservadores”, “enemigos de la democracia”.

Para entender el impacto de las llamadas “mañaneras”, hay que agregar dos elementos más en la lógica de construcción de la agenda pública a partir de 2018 en las redes sociales. Por un lado, la participación de distintos actores en la construcción de tendencias a favor o en contra del presidente en Twitter, que utilizan distintas estrategias para colocar ciertos temas en el centro de la atención o alejar la atención de otros, y por otro, la destacada participación de diversos canales de YouTube, algunos abiertamente afines al presidente, que seleccionan partes de los mensajes emitidos en las conferencias matutinas, que modelan y amplían para sus millones de usuarios activos. Estos canales suelen aprovechar la percepción generalizada de descrédito de los medios de comunicación tradicionales (sobre todo de Televisa y de varios periodistas que han sido parte de la empresa y que ahora están en otros medios digitales), reafirmada de manera recurrente por el presidente en sus apariciones matutinas.

En estas piezas audiovisuales los youtubers utilizan un tono informal, que recurre a las exclamaciones y al uso de letras mayúsculas en los títulos y que no duda en repetir los adjetivos utilizados por el mandatario para referirse a la crítica. Se trata de un despliegue estético de los youtubers que insisten en desligarse de los medios tradicionales y presentarse como paladines de “la verdad” o informadores de lo que “no se dice en otros espacios”. Con sus variantes, estas y estos youtubers, logran generar -a través de estos encuadres- narrativas concretas, sentido de pertenencia y formas de percepción de la realidad, recurriendo al humor y en muchas ocasiones a falacias ad hominem, dirigidos sistemáticamente a la disidencia del discurso oficial.

La gran permeabilidad y alcance en lo digital que tienen las mañaneras y los videos de youtubers abiertamente pro-4T, durante el día se integra al circuito de conversación en Twitter, Facebook y en otros canales de YouTube, donde también participan medios digitales, tradicionales, gobiernos, oposición institucional, organizaciones de la sociedad civil, etc., para dar forma al debate político en la arena digital. El conjunto de actores y estrategias señalado arriba, sin embargo, ha producido un escenario de alta polarización social o animadversión entre posturas no convergentes en la conversación política nacional en redes sociodigitales.

En este contexto, donde cada vez más, temas de relevancia nacional son atravesados por disputas abiertas, es que tendrán lugar las elecciones del 2021, las más grandes de la historia de México, en la que se elegirán a más de 3,500 representantes de gobiernos municipales, estatales y federal.

Durante las últimas semanas, el Instituto Nacional Electoral (INE) ha estado en el centro de agitadas “conversaciones” en redes, principalmente en Twitter. #INECorrupto o #YoDefiendoalINE, marcan la pauta que ha instalado dudas sobre su lugar como árbitro legítimo de las elecciones.

Para leer estudio completo: Clic aquí