La réplica a la columna de ayer no aclara lo que está sucediendo dentro del IMSS a propósito de la adjudicación con la empresa CBH+, y genera más preguntas.
El Instituto Mexicano del Seguro Social reaccionó de manera extraordinariamente expedita a la columna publicada en este espacio titulada ‘Anestesias riesgosas’, sobre una controvertida licitación de anestesias con la empresa CBH+ Especialistas en Innovación Médica, por la forma como obtuvo el contrato y por los incumplimientos en los equipos y materiales prometidos. A las 9:54 de la mañana distribuyó una réplica cuestionando en forma y fondo lo publicado. Para poder entender la importancia de la premura, habría que conocer el proceso normal de una respuesta de una dependencia a una información publicada, que, en otros casos donde algo revelado tiene un nivel prioritario, el tiempo para procesarla suele llevarse unas 12 horas, más del doble de lo que ocurrió ayer.
El procedimiento comienza cuando el área de síntesis detecta una información de interés para la dependencia (en este caso, por el anuncio del tema de la columna que se difunde en X la víspera, debieron haber estado atentos). La columna fue vista, dado que la publicación señalada en la réplica es EL FINANCIERO, a partir de las 5 de la mañana, que es cuando la opinión se refleja en su página web. Si es de interés, se alerta a la Dirección de Comunicación Social, que, a su vez, informa a la Dirección General. El siguiente paso es solicitar a las áreas involucradas una tarjeta informativa que especifique, en primer lugar, si es cierto o falso lo difundido. La tarjeta es revisada y enriquecida por el área jurídica, y entonces se envía a Comunicación Social y, a su vez, al director general, quien revisa, corrige y aprueba, para que el responsable de medios la envíe.
La velocidad inusual como trabajó un alto número de personas, por todas las áreas involucradas, produjo una réplica de dos páginas y seis puntos, donde mintieron y pretenden consumar un engaño. La primera falsedad está, precisamente, en el primer punto, donde mencionan que la licitación referida en la columna, que indica que fue impugnada, no tuvo ningún problema. La réplica precisa que el Órgano de Control Interno del IMSS no encontró evidencia de lo que se publicó. Es falso.
El Órgano de Control Interno sí encontró irregularidades en cuando menos una de las partidas, por lo que determinó que tendría que reponerse el concurso. Como producto de la misma investigación, encontraron que otras tres partidas que se habían adjudicado a CBH+ estaban en situación de atraso. Este tema se conecta con el punto 3 de la réplica, que señala que no había sido omiso en el caso de incumplimientos y se habían aplicado las penas establecidas en el contrato. “Incluso –agregó–, se ha iniciado la recisión de algunos contratos de acuerdo con la ley de adquisiciones, arrendamiento y servicios y a las cláusulas de los propios contratos”.
El punto 3 contradice a lo que sostiene en el punto 1. No podían haber llegado a ninguna sanción de no haberse revisado por el Órgano de Control Interno y determinado por la autoridad competente la rescisión de los contratos, como se enfatiza en el punto 6 de la réplica. De hecho, el propio fallo de reposición de la licitación admite que había partidas con atrasos, pero la réplica no aclara lo que está sucediendo dentro del IMSS a propósito de esta adjudicación, y genera más preguntas al no precisar cuáles son las partidas que fueron sujetas de sanción, ni cuál es la penalidad para cada una de ellas.
En el mismo punto 6 manifiesta que se ha iniciado el proceso de rescisión “sin que esto haya impactado la programación de cirugías”, que fue señalado en la columna citando una investigación de Animal Político publicada en mayo pasado. En los puntos 4 y 5 de la réplica descartan que se hayan provocado afectaciones por el incumplimiento en la entrega de equipos y productos por parte de CBH+. No obstante, en un documento del Órgano de Control Interno del 9 de enero pasado, se señala que el IMSS resultó afectado por el retraso en el inicio de la prestación del servicio y concluye que la empresa no podría recibir nuevos contratos o adjudicaciones porque hubo graves perjuicios.
La columna ‘Anestesias riesgosas’ establece la sospecha de una posible colusión de las empresas CBH+ y GNK, que es tocado en el punto 2 de la réplica al asegurar que “dentro de todos los documentos presentados por todas las empresas participantes no se encuentra ninguna evidencia” de lo señalado en el texto. En éste se mencionan similitudes en las propuestas de CBH+ y Casa Plarre, que tienen el mismo domicilio fiscal, pero éstas, particularmente con GNK son mayores.
Por ejemplo, ambos presentaron para una partida que requería ventiladores de emergencia y transporte al mismo proveedor, lo que no es significativo. Lo relevante es que la presentación es prácticamente idéntica, con misma imagen, ilustraciones, colores y hasta los subrayados. Es lo que se conoce como comisión por grado de similitud, que se establece por indicios circunstanciales, como sucedió en Pemex en este gobierno, que descalificó a las empresas concursantes en una licitación mediante las pruebas indirectas de colusión.
No se entienden las falsedades e imprecisiones en la réplica del IMSS, que combinadas con la velocidad con la que elaboraron su respuesta a la columna, refuerza la conclusión de lo publicado que apunta a profundizar, a partir del contrato para CBH+, si existió tráfico de influencias para lograr con un contrato que no pudieron cumplir poniendo en riesgo vidas en el sistema de salud público mexicano.
Nota: en la columna ‘Anestesias riesgosas’ se identifica a los socios del medio Latinus, que están en el negocio de medicamentos, como accionistas de GNK, una de las empresas que obtuvieron parte de esa licitación de más de 5 mil millones de pesos. Los propietarios de Latinus, atacados en estos días de manera artera por el presidente Andrés Manuel López Obrador, se deslindaron por completo de la empresa GNK, con la que afirman no tener ninguna relación.
Fuente: El Financiero