Al INAI se le ha metido en un juego político acompañado de una campaña de desinformación que sigue activa; nos convertimos en una moneda de cambio.
El pasado 30 de abril concluyó el periodo ordinario del Senado. La legislatura pasará a la historia por no haber logrado —¡en 766 días!— los consensos necesarios para completar el pleno del Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales (INAI).
Los nombramientos del INAI no fueron la prioridad anteriormente y tampoco lo fueron en este último periodo legislativo. Sumado a la falta de voluntad por llegar a un consenso, pues los tiempos electorales nublaron los procesos de la cámara alta. Además, al INAI se le ha metido en un juego político acompañado de una campaña de desinformación que sigue activa; nos convertimos en una moneda de cambio.
Por un Acuerdo emitido el 17 de abril por la Jucopo del Senado, las Comisiones Unidas de Justicia y de Anticorrupción, Transparencia y Participación Ciudadana, el 22 de abril se llevó a cabo la “evaluación” de 25 nuevos aspirantes. Ésta consistió en una exposición breve seguida de una o dos preguntas por parte de las y los senadores. Sinceramente, llama la atención la baja calidad y el desorden que hubo para revisar los perfiles.
De acuerdo con declaraciones del presidente de la Jucopo, el 25 de abril, esas comisiones presentaron el listado de las personas candidatas que reúnen las condiciones de elegibilidad para ocupar dos vacantes del INAI. Lamentablemente, durante el periodo ordinario no se presentó la votación que correspondía a estas convocatorias.
Esta legislatura cerrará con 44 designaciones sin realizar, entre las que se encuentran el INAI, Sistema Nacional Anticorrupción, Coneval y el IFT, entre otros. Además, faltan 44 vacantes de diversos tribunales electorales y 71 magistraturas de salas regionales estatales.
Recordemos que por ley, el pleno del INAI debe integrarse por siete comisionados; no obstante, en abril de 2022 concluyeron su mandato dos y el Senado no realizó los nombramientos correspondientes. Del primero de abril al 29 de agosto de 2023, tras el término del cargo de otro comisionado, el máximo órgano de este Instituto estuvo impedido para sesionar.
Gracias a resoluciones de la SCJN, actualmente cuatro comisionados podemos seguir resolviendo recursos, en tanto que el Senado continúa siendo omiso. En el INAI, particularmente, nos enfrentaremos a una vacante más en abril del próximo año con la salida de la comisionada Ibarra. Podremos seguir operando como pleno, pero estamos en coma con algo de oxígeno.
Si bien somos cuatro en vez de siete, seguimos con el mismo ímpetu y profesionalismo, pues la sociedad ha incrementado el ejercicio de sus derechos a conocer información pública y a proteger sus datos personales. Desde el año pasado fui la principal impulsora de implementar una reingeniería, porque estoy convencida de que el instituto puede caminar con menos direcciones y menos presupuesto. No puede ser lo que fue cuando nació. Además, cuidar el presupuesto es cuidar al INAI.
En comparación con 2023, este año los recursos interpuestos en el INAI han incrementado en 6.7% (van 7 mil 337 desde que inició el 2024). La ponencia a mi cargo es la que menos días tarda en resolver un asunto (11 días en sustanciación cuando la ley permite 20). Esto no es casualidad sino voluntad y casi 34 años de experiencia como servidora pública que me permite dejar huella.
Hay energía, trabajo y capacidad en muchos servidores públicos dentro del instituto. Seguiremos por este mismo rumbo, porque el trabajo todo lo vence.
Fuente: Proceso