Es necesario asegurar que lo público también sea accesible en lengua materna, a fin de acercar los insumos informativos necesarios a los pueblos originarios.
Este 21 de febrero, conmemoramos el Día Internacional de la Lengua Materna, una jornada que busca reconocerla como un elemento esencial para la educación y el acceso democrático al saber. Para este año, el tema central es la ‘Educación multilingüe: un pilar del aprendizaje intergeneracional’, pues se considera relevante resaltar la importancia de la lengua propia como un componente para el aprendizaje de calidad y la alfabetización.
De acuerdo con la Organización de las Naciones Unidas, en el mundo se ha identificado que el 40 por ciento de la población carece de acceso a la educación en su lengua originaria; lo cual tiene un impacto directo en su preservación y limita el derecho de todas las personas a la educación. En ello radica lo prioritario de salvaguardar la diversidad lingüística y poner a la lengua materna como un componente central de los esfuerzos para la educación, mucho más en un contexto cada vez más digital.
En el panorama nacional, el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval), a través de su análisis de la educación para la población indígena en México, publicado en octubre de 2022, señaló que durante el confinamiento por la pandemia se presentaron afectaciones en los aprendizajes, y que las principales problemáticas que se dieron en el acceso a la educación en este sector de la población residieron en la falta de conectividad y el acceso a equipos de cómputo, tanto en los hogares del estudiantado como en los del personal docente.
Si bien este estudio de Coneval reconoció que entre las fortalezas de la educación en México para la población indígena está su carácter de pionero en el diseño e implementación de programas que favorecen el acceso al derecho a la educación de niñas, niños y adolescentes indígenas de pertinencia lingüística y cultural; así como el marco normativo que fortalece a la educación, al garantizar el derecho a la educación en su lengua materna de todas las infancias que pertenecen a comunidades indígenas, se identificó la necesidad de que se aseguren mayores oportunidades para continuar la educación universitaria; y la prioridad de contar con mayores recursos y esfuerzos coordinados para solventar las necesidades de tecnología en las comunidades.
El multilingüismo debe representar mayores oportunidades y un intercambio sociocultural más plural e inclusivo. Los pueblos originarios tienen concepciones propias de interacción y aprendizaje, que a la par de fortalecer y preservar sus relaciones sociales, políticas y económicas, dan cuenta de su identidad como comunidad e individuos, sus tradiciones y saberes. Por ello, el conocer y reconocer las familiaridades de estos contextos e interacciones es indispensable para construir estrategias y políticas públicas que sean adecuadas y accesibles para la educación y el desarrollo de todas las personas.
En ese contexto, una de las prioridades que como sociedad debemos perseguir, es la de garantizar plenamente sus derechos y el ejercicio de su autodeterminación; promover su inclusión en todos los espacios públicos y su acceso sin discriminación o distinción a todos los servicios que ofrece el Estado. Para ello, es necesario asegurar que la educación y lo público sea también accesible en su lengua materna, a fin de acercar los insumos informativos necesarios para fomentar su acceso a oportunidades y el ejercicio de sus derechos y libertades.
En el Instituto Nacional de Transparencia, estamos convencidos de que el derecho de acceso a la información es una herramienta que la sociedad tiene a su alcance para favorecer un entorno informativo que brinde oportunidades de participación e incidencia en los asuntos públicos. Por lo que, reiteramos nuestro compromiso para continuar las tareas de socialización de este derecho humano entre las comunidades, acercando insumos en su lengua materna que promuevan el conocimiento y el uso de este derecho para solventar sus necesidades.
Fuente: El Financiero