Mientras haya espacios para la difusión de información que posibiliten la transparencia y la rendición de cuentas, la ciudadanía podrá seguir ejerciendo sus derechos.

La libertad de expresión es un derecho que debe estar presente en todas las sociedades democráticas. Pues cuando hay ocultamiento de información y se silencian las voces desde el miedo, la violencia y la represión, no sólo se limitan los derechos y libertades de los individuos, sino que se vulnera a la sociedad en su conjunto y se asfixia a la democracia. Como sociedad debemos saber que, en el estado que guarda nuestra libertad para buscar, recibir y difundir información, se encuentra también nuestra capacidad para desarrollarnos como ciudadanía, y como individuos. Sin libertad de expresión, no hay democracia, no existe la posibilidad de abrir espacios para la expresión del descontento, para la mediación y el establecimiento de acuerdos desde un ámbito de paz y orden.

Según datos del Informe Libertad en el Mundo 2023, elaborado por la organización Freedom House, los últimos 17 años han sido cruciales para la libertad de expresión a nivel global. Pues si bien se reconoce que las tecnologías de comunicación posibilitaron la ruptura de monopolios mediáticos, también se identificaron retrocesos y nuevas formas de limitar los derechos y libertades ciudadanas, especialmente en los últimos cinco años. Esto mediante sistemas de vigilancia en la vía pública y en los dispositivos electrónicos, uso de software espía, y a través del tratamiento no informado, ni consentido de los datos derivados de la actividad en línea de los usuarios.

Estas vulneraciones a la libertad de expresión no sólo están centradas en la prensa, los defensores de los derechos humanos y ciertos miembros de la sociedad civil, pues según el informe de Freedom House, en 2022 las autoridades o figuras poderosas de 109 países y territorios adoptaron medidas para restringir la libertad de discurso y la discusión entre la población. Con ello, las personas comunes tienen cada vez menos libertad de expresar sus puntos de vista, tanto en línea como fuera de ella.

Ante este escenario, se ha reconocido la importancia de la labor periodística y la garantía del derecho universal a la información, pues mientras se aseguren espacios para la difusión de información precisa y de calidad que posibiliten la transparencia y la rendición de cuentas por parte de las autoridades, la ciudadanía podrá seguir ejerciendo sus derechos y libertades con mayor autonomía y seguridad, y con ello se reducen las oportunidades para los sistemas autoritarios.

En el marco de la conmemoración del Día Internacional de Acceso Universal a la Información 2023, participé de la conferencia global, ‘La importancia del espacio en línea para el acceso a la información’. Durante mi exposición en el tercer panel, subrayamos la importancia del Internet para la democratización del derecho a saber y para la disponibilidad de la información. En ese sentido, advertimos que cuando se despliegan medidas restrictivas para utilizar Internet —como apagones e interrupciones en el suministro de este servicio, ya sea por parte de los gobiernos de ciertos países, empresas privadas, o como consecuencia de situaciones de crisis o conflictos armados— se generan varios impactos adversos en el ejercicio del acceso a la información y otros derechos humanos, tales como: la vulneración en la garantía de la normativa en materia de transparencia y poco acceso a servicios gubernamentales, la proliferación de desinformación e inhibición del ecosistema informativo.

De tal forma, es importante impulsar el acceso universal a la información y a la conectividad a Internet, pues su relación debe ser indisoluble y complementaria. En observancia a lo considerado desde el Instituto Nacional de Transparencia reiteramos el compromiso con la garantía de los derechos fundamentales que tutelamos. Así como para continuar impulsando que Internet sea un espacio más inclusivo y seguro, en el que tanto las libertades de expresión e informativa se den de manera plena y de la mano de la privacidad y la protección de los datos personales.

Fuente: El Financiero