Quintana Roo es una entidad en riesgo. Lo digo, entre otras cosas, porque el crimen organizado anda suelto. El único límite que encuentra es el que impone el grupo rival y su capacidad de fuego. La autoridad no lo es. La actividad del crimen organizado no se limita a la venta o trasiego de droga, ya llegó a la vida de las personas, de los empresarios, de aquellos que trabajan para sobrevivir. Esto lo cambia todo.
En un trabajo periodístico que México Evalúa promovió(1) en la entidad, quedó el registro de hechos a través de la voz de James Tobin, empresario, hoy representante ciudadano ante el Consejo Nacional de Seguridad Pública. Él contaba al reportero que hizo el trabajo que la extorsión es “de chile, de mole y de manteca”. Las bandas criminales igual cobran cuotas al Spiderman o al Batman que animan afuera de los antros que a los restauranteros y hoteleros. “Van de 200 pesos al día al He-Man o al Hombre Araña; 25, 50 o 100 mil pesos a los negocios. Imagínate con 10 negocios de estos… un millón de pesos mensuales”, dice.
En el mismo reportaje hablan de nuevas modalidades de crimen, como el acuático, que consiste en que en lanchas se asalte a embarcaciones o las saqueen. Cuando no hay autoridad, las posibilidades del crimen son infinitas.
El dinamismo de la zona turística es tal, que resiste la extorsión que es continua y sistemática. No va a desaparecer. Es parte de un esquema de coexistencia con la autoridad formal que es la nueva normalidad. En el horizonte no se ve que se quiera plantear un desafío desde la arena política para alterar un equilibrio tan perverso.
Me permito hablar de este tema por la obvia razón de lo que la extorsión representa: una carga muy pesada para cualquiera que desee emprender. Lentamente, la extorsión está minando esta capacidad que es muy humana y muy central para que cualquier sociedad prospere. Pero también abordo el tema por la elección en ciernes. Quintana Roo está en riesgo porque en las opciones para la gubernatura hay más de lo mismo y algo peor.
Me refiero a la posible candidatura de Roberto Palazuelos por parte de Movimiento Ciudadano. Entiendo que la próxima semana, en Sesión de Asamblea del partido, se determinará si se queda o no con ella, pero el solo hecho de que sea un aspirante me perturba.
De la historia personal de Palazuelos conozco la que circula en medios. Se trata de un ¿actor? suficientemente popular para haber sido considerado como candidato por un partido que se quiso ubicar como una alternativa limpia. Es más, un partido que rechazó ir en alianza con el PRI y PAN porque no se quiso mezclar con su desprestigio. Entiendo que la elección de este personaje es instrumental, pero totalmente inapropiada. Para mí, representa algunos de los grandes males del país y la entidad.
Representa a estos personajes de la política mexicana (versión caricatura, por supuesto) que se jactan de ser intocables. Porque la ley y la justicia no los van a alcanzar nunca. Por eso se atreve a decir en un programa televisivo que mató a alguien, en una de las versiones, o que estuvo en un incidente donde se mató a alguien, en otra de ellas. Y también se atreve a hablar de hacer listas y ajustes de cuentas con quienes lo interpelan como candidato, como persona o ciudadano.
Cuando se tiene que recurrir a un personaje así para ganar presencia, el partido es pobre. En ideas, liderazgos, construcción de bases, cantera, pero sobre todo en visión, visión de Estado.
Me tocaron fibras internas expresiones de políticas e integrantes de Movimiento Ciudadano a quienes tengo gran aprecio y respeto. Mujeres como Patricia Mercado y Martha Tagle expresaron su consternación. Luis Fernández, un joven político que promete la renovación puso un tuit duro que dice: “Estimado @robpalazuelos, como lo dije dentro y fuera del partido, no representas los valores ni el ideario de @MovCiudadanoMX y le anticipo: anóteme en su lista porque votaré en contra de su candidatura”. Yo no soy integrante del partido ni estaré en su Asamblea, por supuesto, pero puedo anticipar una fractura si esa candidatura se le otorga. Y si el partido tiene un solo dueño que decide, qué corta se quedó la aspiración de construir una opción política para este país que la necesita tanto.
Quintana Roo está en riego, vive el riesgo. Porque los políticos de siempre se han acomodado. Y han dejado a Spiderman y a He-Man solitos en la acera frente al acecho cotidiano de los criminales. El problema es que los políticos que se perfilan para la elección son peor.
(1) De 200 pesos al día a los 100 mil: la extorsión en la Riviera Maya de la que nadie escapa: https://www.mexicoevalua.org/de-200-pesos-al-dia-a-los-100-mil-la-extorsion-en-la-riviera-maya-de-la-que-nadie-escapa/
Fuente: https://www.elfinanciero.com.mx/opinion/edna-jaime/2022/02/11/quintana-roo-el-pais-en-riesgo/