Hoy, la independencia del Poder Judicial de la Federación está en peligro.

Como ya hemos denunciado en otros espacios, la llamada Reforma por y para el Poder Judicial no se ha realizado bajo las mejores prácticas de transparencia y participación ciudadana. Pero lo sucedido la tarde del jueves 15 de abril desbordó todos los límites: no satisfechos con aprobar al vapor y sin Parlamento abierto (1) las reformas a las leyes secundarias derivadas de la reforma judicial constitucional votada en diciembre pasado, los senadores agregaron un transitorio “sorpresa” al dictamen, que ampliaría por dos años el mandato de los consejeros de la judicatura, incluyendo el del ministro Arturo Zaldívar, cabeza del Consejo, pero también de la Suprema Corte.

El transitorio a todas luces contraviene los artículos 97 y 100 de la Constitución federal, que establecen una duración de cuatro y cinco años respectivamente para los mandatos del presidente de la Corte y de los integrantes del Consejo de la Judicatura Federal. Además, prohíben expresamente la reelección inmediata tanto de los consejeros como del presidente.

Pese a que los mismos legisladores reconocieron la contravención, votaron la extensión del mandato bajo el argumento de que la reforma judicial que estaban aprobando requería para su implementación del liderazgo de los consejeros y del presidente actuales.

¡Como si las leyes no fueran hechas, precisamente, para que las instituciones no tengan que depender de las personas!

Los riesgos del transitorio  ¿Por qué es preocupante, en términos prácticos, ampliar el mandato de los integrantes del Consejo de la Judicatura Federal y del presidente del Poder Judicial? ¿Cuál es el contexto?

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Fuente: Animal Político