Siguen bastos… continuamos sin tener Concejos Municipales a 13 días de que rindan protesta como nuevas autoridades en los 84 municipios del Estado.

El hecho de que la LXIV Legislatura del Congreso del Estado de Hidalgo no haya nombrado oportunamente a los Concejos Municipales, convirtió el ejercicio de su facultad discrecional, en una arbitrariedad.

¿Qué lección deja para los ciudadanos esta pandemia legislativa?        

Los ciudadanos están expectantes por saber de qué manera los Concejos Municipales desempeñarán sus funciones, y preocupados de que empeore la disfuncionalidad de las estructuras municipales, ya que los designados no han sido preparados, ni tienen las aptitudes y conocimientos necesarios para gobernar medianamente bien.

Como todas las pandemias, la legislativa provocará daños y enseñanzas en varias dimensiones. En primer término, impactará nuestro desarrollo político-democrático. En lo electoral, enseñará que el costo de la omisión del Congreso podrá cobrarse en la elección de Ayuntamientos del próximo 18 de octubre y en las elecciones de diputados federales y locales del 2021.

¿Habrá quién vote por alguno de los diputados o diputadas de la LXIV Legislatura, ahora investidos como candidatos o candidatas a una Presidencia Municipal; o por los que en la elección del 2021, quieran reelegirse como diputados locales; o por quienes opten por una candidatura a la diputación federal?

¿Ustedes creen que sepan cómo conducir los destinos políticos y administrativos del municipio, o lo que hace la Cámara de Diputados Federal? La respuesta es contundente: están reprobados. Serán candidaturas perdedoras. Nadie se equivocará.

Los ciudadanos no olvidaremos la pésima gestión de la LXIV Legislatura. Nos demostró con creces que no hizo nada, porque no sabe hacer nada, ni tiene la más remota idea de lo que significa la responsabilidad ostentar un cargo público de representante popular.

Por esta y otras razones, la lección que la pandemia legislativa deja a la ciudadanía es que otorguen su voto sólo a los candidatos a Presidentes Municipales, Síndicos y Regidores, que acrediten conocimientos y capacidades; demuestren honestidad y reconocimiento social; comprueben tener la convicción y el compromiso de garantizar la vigencia del Derecho Humano al Buen Gobierno y de acabar con las acciones desarticuladas, dispersas e inconexas, que difieren la concreción de resultados de la acción de gobierno, impiden la participación ciudadana en el quehacer público, obstaculizan las buenas prácticas, y posponen la aplicación de los instrumentos y herramientas de las políticas públicas.

Esta lección, nos impone primero, lograr que la ciudadanía cobre conciencia de lo importante que es promover la participación ciudadana en el ejercicio de la gestión pública, y segundo, fortalecer su organización, para que el trabajo que realicen en el marco de sus legítimas aspiraciones y necesidades, se refleje en resultados.

Conseguir estos propósitos requiere de acciones a realizarse en dos etapas. En una primera, el Ayuntamiento deberá crear una Comisión de Cultura Cívica y Participación Ciudadana, e instrumente una Política Pública en estas materias; y en una segunda etapa, constituir los Consejos de Colaboración Ciudadana previstos en la Ley Orgánica Municipal y desarrollar el marco reglamentario para normar su funcionamiento.

Proceder de esta manera no es complicado. Hacerlo, tiene la virtud de motivar a la ciudadanía a organizarse con un sentido de participación responsable, y provoca que la voz ciudadana trascienda con propuestas valiosas y nuevos caminos para acceder a una gestión pública responsable, donde la diversidad y pluralidad de los actores sociales se unen para formar un nuevo espíritu de conciencia ciudadana.

La pandemia legislativa de la LXIV Legislatura, impactará el ejercicio de gobierno de los próximos Ayuntamientos, que tendrán que lidiar no sólo con una severa disminución de sus recursos presupuestales, producto de las crisis que están azotando a nuestro país, la del COVID-19 que con más de 60 mil defunciones y casi 600 mil contagiados, nos coloca en el tercer lugar mundial junto con Estados Unidos y Brasil.

A esta calamidad se suma la crisis económica que enfrenta una caída de la economía de más del 10%; la pérdida de más de dos millones de empleos formales, que implican igual número de familias que perdieron sus ingresos; el incremento de las cifras de marginación y pobreza extrema; así como una menor recaudación y menores participaciones y aportaciones de los gobiernos federal y local.

También impactará al ejercicio de gobierno de los próximos Ayuntamientos, la severa crisis de seguridad, que al no poder bajar los altos índices de criminalidad, incrementa la desesperanza social.

Igualmente, los nuevos Ayuntamientos serán afectados por la desastrosa gestión de los Concejos Municipales, nombrados a última hora de manera irresponsable por la LXIV Legislatura del Congreso del Estado de Hidalgo, quien teniendo 5 meses para cumplir integralmente lo que ordena la Constitución Política del Estado, fue incapaz de seleccionar a los mejores vecinos para que asumieran interinamente el gobierno del municipio.

Enfrentar esta pandemia legislativa, hace necesario generar un cambio social bajo vínculos de solidaridad y entendimiento entre ciudadanos, que provistos de derechos políticos para el pleno ejercicio de su voluntad ciudadana, participen con diversos mecanismos en una nueva gestión pública con espacios dignos de concordia social, donde el diálogo ciudadano genere propuestas que se reconozcan como una legítima aspiración de realidades, necesidades y problemáticas, cuyo espíritu de cambio y compromiso social, permita hacer de la expresión del otro, nuestra propia propuesta.

Las críticas condiciones que estamos atravesando, nos colocan ante la oportunidad de poder impulsar un Modelo de Participación Ciudadana en la Gestión Pública Municipal, que permita a los Ayuntamientos sumar esfuerzos, iniciativa e inteligencia social; y mediante una deliberación responsable, propiciar el entendimiento y hacer surgir iniciativas y propuestas plurales propias de una sociedad diversa.

El valor de una ciudadanía organizada frente al Ayuntamiento, genera los hilos conductores que requiere el diálogo para la gestión pública; derriba las fronteras entre lo público y lo privado; y propicia una integración plena, donde el ejercicio de gobierno es el rostro de una sociedad madura, que encuentra en la organización y la participación ciudadana, el crisol de un gobierno basado en la ciudanización de sus estructuras e instituciones.

Agenda

  • La Secretaría de la Función Pública prohibió a las dependencias del gobierno federal y a los gobiernos estatales y municipales contratar ningún tipo de servicios con la revista Nexos. En un comunicado la revista expresó “…es sintomática la atmosfera de hostilidad contra los medios críticos que impera en el gobierno…No es un hecho aislado, es una señal más de la intolerancia oficial a la crítica, al pensamiento distinto, a la diversidad de opiniones,…a la libertad de expresión.”

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