Odebrecht y 21 de sus filiales han participado desde 1992 en por lo menos 10 obras de infraestructura en México, pero solo una funciona adecuadamente y no tiene observaciones por el manejo de los recursos. Esta obra, la presa Huites (hoy Luis Donaldo Colosio) en Choix, Sinaloa, es la primera de Odebrecht en México y comenzó a construirse en julio de 1992; es la doceava más importante del país en funcionamiento hasta hoy. La empresa y cuatro de sus filiales se encuentran inhabilitadas para establecer contratos en México después de comprobarse pagos excesivos y de revelarse los sobornos entregados por los ejecutivos de la empresa. En mayo de 2019, la titular de Función Pública, Irma Eréndira Sandoval, inhabilitó por 10 años a Emilio Lozoya y por tres años a las filiales Constructora Norberto Odebrecht y Odebrecht Ingeniería y Construcción Internacional de México, los otros dos nombres no se dieron a conocer. La Corte del Distrito Este de Nueva York, que condenó a 19 años por corrupción al ex director de Odebrecht en México, Luis Alberto de Meneses Weyll, aseguró que en México pagó 10.5 millones de dólares a funcionarios del gobierno mexicano entre 2010 y 2014. En ese periodo, Odebrecht recibió los contratos de la planta de Etileno XXI, el acondicionamiento del terreno y conformación de plataformas para la refinería de Tula, obras en la refinería de Salamanca y el gasoducto Ramones III Norte.

En contraste, las cuatro obras millonarias de Odebrecht en el periodo comprobado de sobornos a funcionarios mexicanos no funcionan de acuerdo con lo planeado y han significado costos adicionales al erario. En Veracruz, Odebrecht construyó por 5.2 millones de dólares Etileno XXI y acordó, mediante contrato, el suministro de gas de Pemex a precio preferencial. En la Cuenta Pública 2017, la Auditoría Superior de la Federación detectó en la revisión a Pemex Transformación Industrial que se habían perdido 107 mil millones de pesos al vender el gas en dos terceras partes del precio real y que incluso se había hecho acreedor de multas por más de dos mil millones de pesos por no abastecer los 60 mil millones de metros cúbicos acordados con la empresa. En Hidalgo, en 2009 participó en el movimiento de tierras y construcción de accesos y obras externas de la refinería Miguel Hidalgo. La ASF detectó pagos irregulares por más de 950 millones de pesos pues mientras el contrato fue por mil 436 millones, Pemex pagó a Odebrecht 2 mil 315 mdp.

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Fuente: Milenio