En el ámbito del proceso interno de selección de candidatos, ayer 8 de marzo, llegó a su fin el período de precampañas, asimismo, se abre un espacio para intercampañas del 9 de marzo al 24 de abril, para que los precandidatos compitan en el proceso interno y los conviertan en candidatos.

Hay que señalar también que el 8 de marzo es la fecha límite para que, quienes funjan como Diputados se hubieran separado del cargo y puedan competir por una postulación.

En este periodo de latencia que se inicia hoy, los partidos políticos se dedicarán a integrar las planillas, y a registrarlas ante el IEEH entre el 3 y el 8 de abril, para que una vez resuelto su registro, realicen sus campañas a partir del 25 de abril próximo.

En esta etapa del proceso, los partidos políticos deberán integrar planillas con candidatos que se distingan por conocer los problemas del municipio y sus comunidades; tener identidad con los sectores económico y social; y gozar del respeto deuna sociedad que les reconoce preparación y compromiso para ejercer un gobierno abierto e incluyente.

Durante este tiempo, partidos y candidatos tienen que dedicarse a planear y programar una campaña política en la que participen todos los integrantes de la planilla. Asimismo, tienen que asumir una responsabilidad específica, conforme a las funciones que le corresponden al Ayuntamiento, conforme a la Ley Orgánica de la Administración Pública Municipal, como ley reglamentaria de las constituciones federal y local. Nada más, pero nada menos.

Subrayo que en la campaña política deben participar todos los integrantes de las planillas y no sólo el candidato o candidata a Presidente Municipal, porque el órgano de gobierno es el Ayuntamiento. Tiene que realizarse en un ambiente incluyente y abierto a la participación ciudadana, en el que prime la deliberación libre y plural sobre las iniciativas, propuestas y compromisos que los candidatos formulen, y así construir juntos los acuerdos materializables, una vez constituidos como gobierno.

Una parte sustantiva de la campaña política la constituye el mensaje de los candidatos de la planilla, que expresado en los distintos actos, reuniones y debates a los que se convoca a la ciudadanía para promover el voto, muestre la visión del proyecto de gobierno que quieren encabezar.

Lo importante de un buen mensaje, es que tenga la capacidad de despertar simpatías y apoyos ciudadanos, por lo que debe ser directo, claro, incluyente, honesto, veraz; capaz de transmitir seguridad y confianza para construir un triunfo electoral, con la legitimidad del respaldo ciudadano.

El mensaje debe proponer programas y acciones a ejercer como gobierno yreferir la solución de los problemas previamente identificados por regiones y comunidades; por sectores sociales y económicos (agricultores, comerciantes, industriales, profesionistas, obreros, trabajadores del transporte, de la construcción, etc.); por servicios públicos municipales, transparencia, rendición de cuentas, seguridad, educación, salud, infraestructura y equipamiento urbano, comunicaciones.

Ni partidos ni candidatos pueden olvidar que la importancia del proceso electoral es fortalecer la democracia y hacer de la Jornada Electoral una lucha reivindicatoria de las demandas más sentidas de la población; ni tampoco desconocer que el Ayuntamiento, como poder orgánico del pueblo, tiene que armonizar el valor de la propuesta política de candidatas y candidatos de todas las planillas contendientes, que como fuerza plural es capaz de sumar los esfuerzos comunitarios y no fragmentarlos, ni dispersarlos, ni diluirlos en luchas espurias.

La renovación del poder público municipal implica no sólo la elección de las personas que integran el Ayuntamiento. Es la responsabilidad social y la obligación politica deconstruir un órgano competente para conducir las capacidades institucionales y la participación de la ciudadanía, en el ejercicio de un gobierno eficaz y eficiente en su desempeño. Es estar atento y cercano a la sociedad para resolver sus demandas y justos reclamos. Es mantenerse en el compromiso con la transparencia y la rendición de cuentas, con la lucha contra la corrupción y la impunidad, con la seguridad pública y la justicia municipal, con la política social, la creación de empleos y el apoyo a las actividades productivas.

Por ende, la ciudadanía rechaza los discursos proféticos y las ofertas que prometen solucionar nuestros problemas con propuestas fantásticas, o con acciones asistencialistas, o peor aún, con ocurrencias rutinarias, que no cuentan con los proyectos ni con los expedientes técnicos que les den sustento económico, presupuestal y social.

La ciudadanía desea escuchar una oferta política que tome en cuenta la heterogeneidad de la problemática social. Exige de las y los candidatos, respuestas concretas; quiere el uso transparente de los recursos presupuestales; rechaza los falsos liderazgos de oportunistas y saltimbanquis, porque serán un obstáculo a la oportunidad que hoy tienen los gobiernos municipales de hacer que la nueva pluralidad del Ayuntamiento sea la vanguardia de las virtudes cívicas que nuestra comunidad reclama.

En esta perspectiva, los integrantes de los nuevos Ayuntamientos están obligados a salvaguardar la gobernabilidad del municipio, observando una cultura política que trascienda en tolerancia, argumentación, construcción de acuerdos, desarrollo de prácticas y mecanismos para lograr una concertación sustantiva progresista; y también, a comprometer su espíritu reflexivo con el renacimiento del municipio como estructura de integración social, dispuesta a formular soluciones sin sectarismos ni banderas fratricidas, que reivindiquen las asimetrías históricas, cocreando la tarea pública.

Ante los nuevos protocolos de la ingeniería electoral, la liturgia municipalista debe transitar la voluntad política de renovación; a reconstruir la ética pública como vector de la participación ciudadana en la tarea gubernamental; y a incorporar una Agenda Electoral Ciudadana que se sume a las expectativas y a la visión del cambio político, que exige la sociedad como premisa de gobierno abierto y ciudadanizado.

Este análisis crítico marca el imperativo político frente al rechazo social, que prima ante el déficit de concreción de la tarea pública y ante la pérdida de la confianza ciudadana; así como la exigencia de que la horizontalidad social constituya el parteaguas del ascenso ciudadano a la toma de decisiones, para revertir el anquilosado paradigma del verticalismo político de partidos y candidatos.

Agenda

  • Conmemoro el Día Internacional de la Mujer con mi reconocimiento a su lucha histórica en contra de la violencia y el feminicidio, que en el marco del Paro Nacional de hoy, con el lema: El Nueve Nadie se Mueve, da paso a una nueva era en nuestro país. Enhorabuena.

Por: Esteban Ángeles

Fuente: Perspectiva

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