México ha abierto la puerta al financiamiento bancario para sanear las finanzas de Petróleos Mexicanos (Pemex). El presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, ha anunciado este lunes un fondo bancario de 8.000 millones de dólares para financiar la deuda de la petrolera estatal. Los recursos serán aportados por JP Morgan, HSBC y Mizuho en un crédito sindicado de 2.500 millones de dólares para solventar la deuda de la compañía y 5.500 millones de dólares para renovar dos líneas de crédito que la compañía ya poseía ante las instituciones bancarias.


Los recursos llegan a Pemex como una bocanada de aire fresco cuando la empresa acumula una deuda de 106.500 millones de dólares, una de las más altas para una compañía de su tipo. La caída de la producción en los últimos años y el aumento de su gasto corriente han contribuido al crecimiento de los pendientes financieros de la empresa. Su endeudamiento, incluso, ha amenazado con comprometer la finanzas del país entero. En los últimos meses, las agencias calificadoras han alertado de la necesidad de estabilizar a la petrolera y comenzar un plan de saneamiento donde se descarten las inversiones innecesarias. Anteriormente, López Obrador había cerrado prácticamente cualquier posibilidad de financiamiento que no se generase desde el mismo Estado.

Sin embargo, el presidente mexicano ha optado por una vía para tranquilizar a los inversores y donde los bancos le respaldan. “La deuda de Pemex es manejable”, ha asegurado este lunes, durante su conferencia diaria a la que ha asistido acompañado de los altos cargos de las tres instituciones que se han sumado a la financiación de la deuda de Pemex. El Gobierno mexicano no ha explicado, sin embargo, en qué momento utilizará estos recursos, aunque están autorizados para un plazo de hasta cinco años. “Este es un fondo que se va a utilizar si es necesario, de acuerdo a las circunstancias”, ha dicho el presidente…

Nota completa en: El País