La Auditoría Superior de la Federación (ASF) descubrió múltiples irregularidades, desde subejercicios hasta posible desvío de recursos, por casi 2 mil 500 millones de pesos que la federación le entregó a los estados en 2017 y que proviene de un fondo que carece de reglas claras de operación, indicadores objetivos de seguimiento y mecanismos de transparencia.

Se trata del denominado Fondo para el Fortalecimiento Financiero (FORTAFIN) cuyo presupuesto erogado, además, terminó siendo casi 20 veces superior a lo que originalmente se había contemplado en el Presupuesto de Egresos de 2017. Pasó de 3 mil 256 millones originalmente aprobados a más de 55 mil millones al cierre del año pasado.

Debido al tamaño de las irregularidades, la ASF informó que ha ordenado un paquete de nuevas auditorías emergentes para dar seguimiento al destino del dinero extraído de este fondo perteneciente al denominado Ramo 23, el cual ha sido señalado por abrir la puerta a hechos de corrupción, como los llamados “moches”…

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