Es necesario la implementación de mecanismos para la prevención, identificación y castigo de prácticas de corrupción tanto en las empresas como en las instituciones públicas, advirtieron especialistas.

En el tercer panel “Corporaciones y redes de corrupción. Más allá de códigos de ética” se analizaron acciones de política pública para prevenir, investigar, sancionar y resarcir los daños causados por la corrupción, las herramientas de inteligencia financiera para combatirlas y la manera en que estas acciones pueden incorporarse en una política de combate a la corrupción.

Durante el Séptimo Seminario Internacional “Retos de las Políticas Anticorrupción” Sandro García, director general de Prevención de Operaciones con Recursos de Procedencia Ilícita  de la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV), destacó que tanto las empresas como las instituciones públicas requieren aplicar una metodología de riesgo en el que analicen todas las áreas vulnerables a lavado de dinero, con el fin de prevenir e identificar de manera oportuna prácticas corruptas.

“La corrupción no sólo está en las contrataciones, el simple hecho de tener un elemento de poder ante las decisiones hacen vulnerable a una dependencia y al esquema de la función pública”, enfatizó.

Juan Francisco Millán, director general del Consejo de Ética y Transparencia de la Industria Farmacéutica (Cetifarma), resaltó la importancia del desarrollo de una cultura ética al interior de las organizaciones y empresas a efecto de construir sistemas de autoregulación para evitar actos de corrupción.

Yara Esquivel, especialista financiera del Banco Mundial, acusó que” la corrupción es como un cáncer que hace metástasis por todos lado, por lo que es necesario atacarlo desde diversos puntos para evitar que esta red tome poder en el Estado”. Es por ello que llamó tanto a gobiernos como empresas implementar controles para dar seguimiento a los recursos y detectar irregularidades.