En el diseño del pleno de un órgano garante del Derecho de Acceso a la Información Pública (DAIP), sugerido en 2011 por la Organización de Estados Americanos, en su ley modelo, el nombramiento escalonado de sus titulares, se explicaba sencillamente como la posibilidad de combinar la experiencia y la innovación, que integrantes nuevos, con los ya existentes, se podría propiciar.

En el Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales (inai), se ha vivido ya su primera experiencia de renovación de su pleno, con la salida del mismo de Ximena Puente (por la puerta trasera rumbo a una cuestionada candidatura plurinominal en el PRI) y con dignidad de Areli Cano.  En su momento, respecto al ordenamiento legal que sugiere se busque la equidad de género en el pleno, dije que en los primeros nombramientos hechos en 2014, había una equidad no tan equitativa al decidir que dos mujeres sólo estuvieran en el cargo tres años, cuando debió haber sido un hombre y una mujer.

Así es que en el apresurado proceso legislativo para designar a los relevos, se podía pensar que si salían dos mujeres, entraran igual dos mujeres.  Pero no fue así, el Senado decidió profundizar la inequidad de género en el pleno del inai, nombrando a un hombre y una mujer, para que ahora dicha correlación sea de cinco de ellos contra sólo dos de ellas.

Pocos, para no decir que casi nadie, de los que han comentado el asunto, incluidos los propios comisionados, han preferido el comportarse políticamente correctos y no dar importancia a esta flagrante falta al ordenamiento legal.  Pero finalmente alguien lo tiene que decir y nosotros asumimos la crítica, es decir la libertad, de hacerlo sin aspavientos desde esta contraopacidad.

Por otro lado, no pudo haber sido más acertada la designación de Blanca Lilia Ibarra Cadena, como nueva comisionada del inai, afirmación que hacemos por conocer de manera directa de su trabajo y compromiso con la transparencia.

He tenido el privilegio de trabajar a su lado en la Comisión de Comunicación Social de la extinta Conferencia Mexicana de Acceso a la Información Pública (COMAIP).  Ella era la coordinadora de esa comisión temática cuando yo me incorporo en mi calidad de Comisionado del órgano garante en Tlaxcala.  Lo primero que percibo es su gran sensibilidad de organización y coordinación de trabajos concretos.  El mismo día en que me incorporo a dicha labor de buscar divulgar el DAIP desde ese espacio, dos reuniones importantes se habrían celebrado, una con directivos del periódico Reforma, y otro con un amplio grupo de caricaturistas.

Ambas en cierto modo gestionadas por Agustín Millán, comisionado del entonces INFODF, la primera para la creación de un blog, que vio la luz, aunque lamentablemente después se perdió, que se llamó “Efecto Transparencia”, desde el cual, en la front page del portal digital de tan prestigiado diario, promovíamos el DAIP, de manera activa e incluso profusa.  Y la segunda para platicar el proyecto del “ABC de la Transparencia”, que se editará e imprimirá con un tiraje de 64 mil ejemplares, donados, gracias a la gestión de la propia Blanca Lilia, por el empresario poblano, Armando Prida.

Esa gestión se ampliará a dos trabajos similares, el “ABC de los datos personales”, coordinado por quien esto escribe y publicado en 2013; y el “ABC de los archivos”, coordinado por Lourdes López Salas, comisionada de Durango (quien por cierto, pienso yo que debió haber sido nombrada para el inai y fueran dos mujeres).

La trayectoria profesional de Blanca Lilia, está en el ámbito de la comunicación,con una gran trayectoria en Puebla y haciendo, opino yo, un papel decoroso al frente del Canal del Congreso, recientemente.

Pero su labor como comisionada de la Comisión de Acceso a la Información Pública de Puebla, ha sido reconocida por propios y extraños.  De verdad era envidiable como con escasos recursos lograba una gran confluencia de expertos en los eventos que desde aquella instancia organizaba y que ahora, pienso, se extrañan.  Tomé como ejemplo de ella esa convicción y empuje, aun a contracorriente, para hacer lo propio en Tlaxcala en 2013 que me tocó presidir la entonces CAIPTlax y que afortunadamente se vio reconocido en el primer ejercicio del Índice Nacional de Órganos Garantes del DAI (INOGDAI), elaborado por Artículo 19, entonces encabezado por Darío Ramírez.

Tengo la convicción de que Blanca Lilia lo hará bien en el inai y muestra de ello es su discurso de incorporación al pleno, en el que remarcó la importancia de la socialización tanto del DAIP como de la Protección de los Datos Personales.

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