El combate a la corrupción requiere de un trabajo coordinado entre ciudadanos y servidores públicos, por lo que resulta imprescindible la participación social en los sistemas anticorrupción, coincidieron panelistas del foro “Sistema Nacional Anticorrupción y Acceso a la Información hacia el Combate a la Corrupción”.

En el marco del Día Internacional Contra la Corrupción a celebrarse el 9 de diciembre, especialistas en materia de rendición de cuentas y transparencia realizaron el intercambio de perspectivas acerca de cómo va el Sistema Nacional Anticorrupción (SNA) y su aplicación en las entidades, durante el evento organizado por el Instituto Zacatecano de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales (IZAI) y la Coordinación de la Comisión de Rendición de Cuentas del Sistema Nacional de Transparencia.

El panel estuvo moderado por Julieta del Río Venegas, comisionada presidenta del IZAI, quien citó que según el Índice de Percepción de la Corrupción 2017, México pasó de estar en el lugar 95 al 123 en una lista de 176 países, el cual aumentó considerablemente en sólo un año.

Agregó que 51 por ciento de los mexicanos admite haber sobornado autoridades en el último año, con el fin de acceder a servicios públicos básicos. Mencionó que los lugares donde más se cometen estos actos son hospitales y escuelas, por lo que consideró que se debe concientizar a la sociedad sobre la importancia de erradicar este fenómeno que afecta al país.

Liliana Veloz Márquez, directora ejecutiva de la Red por la Rendición de Cuentas, mencionó que cuando se llevó a cabo el diseño del Sistema Nacional Anticorrupción, se pensó en que fuera la ciudadanía quien se encargara de revisar y vigilar el trabajo de las instancias públicas encargadas de combatir la corrupción, entre las que se encuentran aquellas que integran el Comité Organizador del Sistema Nacional Anticorrupción.

“La puesta en marcha de este Sistema, es una operación de gran complejidad debido a que requiere de una suma de voluntades, no sólo la pública”, mencionó Veloz Márquez, y agregó que es necesario un cambio de paradigmas en la forma de trabajar, lo que se traduce en empezar a cambiar la cotidianidad de las instancias públicas antes de cambiar las leyes…

Nota completa en: La Jornada